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Siglo XIV
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La Santísima Trinidad en Offiziolo Vsiconti
El folio 105r muestra una letra capitular “O” cuya temática contiene un importante significado simbólico de la tradición cristiana de la Santa Trinidad, representada en el centro con el Señor bendiciendo con la mano derecha mientras sostiene las santas escrituras con la mano izquierda. A la derecha de Dios Padre se encuentra Cristo sujetando con la mano izquierda las santas escrituras; ambos están rodeados de un cuerpo de ángeles observando, a excepción de aquellos ubicados en la parte inferior que portan instrumentos musicales. Sobre los márgenes un entramado de flores y hojas de distintos colores en azul, rosa, rojo y dorado se enredan entre las columnas; en ellas, un ave parada, denominada como becada manifiesta dentro de la iconografía cristiana ser un ave combatiente del ejército de Cristo rapaces de los pecados del mundo. En la parte superior del margen, el Espíritu Santo termina por englobar la Trinidad, bendiciendo en su conjunto y en la parte inferior el retrato de Gian Galeazzo quien aparece como muestra de la legitimidad divina de su gobierno -
El rey David en Offiziolo Visconti
El folio 128r pretende exponer la algarabía principesca con la presencia del rey David ahora en su faceta soberana, portando la corona en posición de genuflexión para la veneración hacia Dios, con quien entabla un cercano diálogo como fiel combatiente de la causa divina frente a su gobierno en Milán. Alrededor del enmarcado, en la parte superior, la presencia de Jesús a través del sol naciente con una paloma en su interior simboliza la gracia divina extendida sobre el régimen del Visconti; a los costados, los mismos elementos de la biscione dragoniana alada en el lado izquierdo y a la derecha, la corona portando un globo en señal de la totalidad del gobierno del duque. Dichos elementos están acompañados por cuatros conjuntos de flores de color alternados entre azul, rosado y naranja. Por debajo, nuevamente el retrato del duque Visconti se muestra en una lectura iconográfica del personaje en su lado como soberano, en comparación con la lectura del folio 109v, en donde se presenta el rey David en su lado humano. El retrato del duque solamente está presente en aquellas escenas del rey David en su faceta como un monarca recibiendo la bendición y asistencia de Dios nuestro Señor, pues esa era la mayor de las virtudes recibidas en legitimación de su gobierno -
El rey David en Offiziolo Visconti
En la representación del folio 115r, encontramos como elemento innovador el retrato del mismo Gian Galeazzo en el margen inferior circundado por el sol naciente de la raza viscontea. Interesantes drolleries acompañan al retrato del señor Visconti: del lado izquierdo, se observan dos figuras de perros que simbolizan según la tradición cristiana a la Fidelidad y, del lado derecho, encontramos a numerosos ciervos que hacen referencia a uno de los significados más antiguos del cristianismo al considerarlos como uno de los agentes de Cristo combatientes contra la infernal serpiente. En su conjunto, los elementos descritos podrían prestarse a la interpretación de la escena de la fidelidad del Visconti como un leal regente de Cristo comprometido a defender la noble causa cristiana y proteger sus dominios frente a sus enemigos extendidos sobre la región del norte de Italia -
El rey David en Offiziolo Visconti
Otra de las representaciones del rey David se encuentra en el folio 109v, cuya letra capitular “O” está formada por dos torres tardogóticas con pequeños niños desnudos jugando en cada una. En su interior, el rey David vestido en túnica blanca y sin su corona, ora humildemente en dirección hacia los cielos de donde surge Dios entre las nubes. En el enmarcado de la miniatura encontramos un programa iconográfico particular: hacia los márgenes laterales, las virtudes cardinales de la Templanza y la Justicia con sus respectivos atributos, se encuentran vestidas con un vestido rojo mientras sostienen sobre sus manos motivos principescos. La Templanza, por un lado, porta una corona con un globo símbolo de la totalidad y la Justicia sujeta a la biscione dragoniana representada como un dragón azul alado devorando a un humano. Ambas están paradas sobre una pequeña laguna en donde posan tres animales en señal de sabiduría, pureza y agentes de Cristo: el Perico, el Conejo y la Garza. Finalmente, en la parte superior, dos ángeles alados portan instrumentos musicales de un arpa y un violín para brindar armonía al conjunto de personajes representados. El fondo está decorado predominantemente por estrellas -
El rey David en Offiziolo Visconti
El folio 3r representa la escena principal del Rey David rodeado del gran sol radiante en color rojo, acompañado de una serie de pequeños estandartes del escudo Visconti colgados alrededor de los nichos de las torres de estilo tardogótico que conforman la letra B. Por encima de la cúspide, la figura de Dios sobresale en dirección al rey David. La inscripción de la parte inferior dice Beatus vir qui la cual, podría señalar las virtudes del rey David como un modelo del deber ser de los monarcas cristianos, pues no hay que olvidar que la figura del rey David se convirtió para la época en un espejo de reyes del prototipo del buen monarca esforzado en gobernar bajo los mandamientos de la Iglesia para garantizar la armonía del pueblo con Dios, así como del castigo merecido hacia todos aquellos que no se rigieran bajo la palabra del Señor. Los márgenes están decorados con una importante propaganda política de la heráldica Visconti con la representación del escudo, la raza viscontea y la biscione dragoniana con la corona portando el globo totalizante del gobierno. Todos y cada uno de ellos, están colocados en el interior de ocho rosetones de diferentes tamaños, acompañados de entramados de flores de lis doradas con fondo azul en alusión a la monarquía francesa -
Muerte de la Virgen María en Offiziolo Visconti
Entre las representaciones más importantes de la vida de la Virgen del manuscrito de Landau Finaly 22 se encuentra el folio 42v, este muestra el momento de la muerte de la Virgen con sus brazos cruzados y vestida con su tradicional representación europea del velo azul cielo y su vestido rosa pálido. Se encuentra rodeada de ocho de los doce apóstoles, aunado de la presencia de dos soldados con espadas en garantía de protección y seguridad. El momento está siendo admirado desde los cielos por Dios mientras está cargando entre brazos al pequeño niño Dios, a su vez, está acompañado de ángeles alados jugando a su alrededor y portando rótulos. El margen está conformado por una ornamentación floral de lirios rojos y azules propios de la monarquía francesa y cuatro rosetones portando el escudo Visconti -
La Anunciación en Offiziolo Visconti
En esta lámina se puede observar la escena del Nuevo Testamento de la Anunciación con la Virgen María portando su tradicional manto azul estrellado. La virgen recibe al arcángel Gabriel, que está en posición de genuflexión, quien le anuncia la llegada del Salvador. Por encima de la cabeza del arcángel, hay un ejército de ángeles que rodean al Padre Eterno en la esquina superior izquierda, de sus manos surge el Espíritu Santo en dirección a María, la Virgen. La escena está ubicada en el claustro de un particular edificio gótico emergente en la esquina superior derecha y, a su vez, se encuentra rodeado de un margen compuesto por diferentes ornamentaciones florales cuyo contenido en común es el escudo Visconti de la biscione devorando a un humano y el sol naciente de la raza viscontea flanqueando en cada una de las esquinas del margen -
Dios el Pantocrátor en Offiziolo Visconti
Al centro se observa la letra capital “R” cuya escena principal está dividida en dos: la parte superior de la letra, representa los cielos con la figura de Dios el Pantocrátor acompañado de la virgen María y algunos santos; la parte inferior está compuesta de un grupo de feligreses hombres y mujeres quienes rezan mirando hacia lo alto. La imagen está flanqueada por dos mujeres, la primera de la izquierda vestida con un vestido blanco, recibe desde los cielos, un ángel alado quien le entrega el escudo Visconti; la segunda mujer portando un vestido rosado, también recibe de un ángel a la biscione viscontea entre sus manos. Por otro lado, en la parte inferior del margen, el escudo Visconti, cubierto de ornamentos florales en color azul y rojo, muestra la apariencia de un sol radiante a su alrededor, mientras que en su contraparte, sobre el margen superior, da lugar a una ornamentación floral con la biscione en su versión dragoniana alada posada sobre una corona, colocada en medio de ambos conjuntos florales -
Cristo y los doce apóstoles en Offiziolo Visconti
El escudo Visconti está colocado en grande en la parte inferior de la escena principal de Jesucristo profesando con los doce apóstoles enmarcados sobre una letra capital “P” formada en un símil del trono de un árbol con pajarillos descansando entre pequeños nichos. En la parte superior yace nuevamente el escudo Visconti, acompañado por la raza viscontea a la derecha y a la virgen María con el niño en brazos hacia la izquierda. Sobre los costados, el lado izquierdo da lugar a una columna tardogótica con un hombre y una mujer mirando hacia los cielos, de la misma forma en el lado derecho, tres personajes con coronas parados en un monte con un árbol frutal, alzan sus manos pretendiendo alcanzar la cima cuya representación está respaldada por los elementos de los Visconti -
Apocalipsis en Offiziolo Visconti
Esta miniatura es sobre el apocalipsis, colocado sobre la letra capital “O” se encuentra una ciudad medieval derrumbándose en escombros, mientras las estrellas del cielo nocturno caen sobre la superficie de la tierra. Por debajo de esta, un grupo de personajes tocan las siete trompetas del apocalipsis anunciando el juicio final. La ornamentación de los márgenes está completamente acompañada del tradicional entramado de flores de lis, violetas y azules junto con ocho rosetones dorados portando todos y cada uno de ellos el escudo Visconti -
El Diluvio en Offiziolo Visconti
En esta miniatura, dedicada al tema del Diluvio en el Antiguo Testamento, encontramos en la zona inferior del enmarcado la composición del escudo Visconti en dos variantes, el primero en su versión original del biscione devorando a un humano, y en el otro se encuentra acompañada la heráldica junto con el águila imperial relacionada con la investidura de Gian Galeazzo como soberano en 1395 y sus sucesores Giovanni y Filippo María Visconti del gran ducado de Milán. Acompañando la imagen central, en los laterales se hallan dos columnillas de estilo tardogótico con dos ángeles guardianes portando el escudo Visconti como índice de la protección divina sobre el régimen. El resto del folio está ornamentado por una serie de elementos florales azules y violetas, y hojas doradas y rojas. En el centro la letra capital “O” desarrolla la escena de la reclusión de diversos animales dentro del arca de Noé antes del Diluvio. Entre los animales se encuentra una pareja de leones, chitas, caballo, camello, avestruces, garzas, monos, alces, conejos, algunas aves rapaces, entre otros. -
Sacrificio del cordero en Offiziolo Visconti
La lámina responde a un importante programa iconográfico de los evangelios canónicos de la biblia, Mateo, Juan, Marcos y Lucas, al retratar las figuras tetramorfas de cada uno de los apóstoles ubicados alrededor de los márgenes de la iluminación. Leyendo de izquierda a derecha, en el margen lateral se encuentra el tetramorfo de Mateo de un ángel alado vestido con una túnica roja, un alba azul, portando las sagradas escrituras entre las manos y está parado sobre una columna tardogótica; por debajo, reposando en la esquina inferior izquierda, el león alado de san Marcos está posado sobre su evangelio desde donde se desprende un rótulo de la palabra de Dios por el Espíritu Santo manifestado por una paloma blanca, quien según las sagradas escrituras habló por los profetas. Frente a él, en la esquina inferior derecha, recostado también sobre su respectivo evangelio, el toro alado del apóstol Lucas, da pie a otra columnilla tardogótica en donde posa el águila en la parte superior el tetramorfo de San Juan. Todos encierran en su conjunto la escena principal de la letra capital “O” de Moisés haciendo el sacrificio de un cordero en veneración al Señor. Alrededor de la escena, cuatro escudos Visconti aparecen en cada una de las esquinas del cuadrante con el sol radiante de Cristo por detrás, sosteniendo la imagen en general -
Arzobispo Antonio de Saluzzo, Giovanni y José María Visconti en Offiziolo Visconti
La obra abre con una representación atípica en el folio 1r, inicial de una letra capital “Q” formada por dos mujeres campesinas cargando cada una un cesto con alimentos en su interior, acompañadas una por un caballo y la otra con un ganso en su mano izquierdo, ambas están observando la imagen central desarrollada en el interior de una iglesia gótica con la figura de un arzobispo, el cual considerando la fecha de su elaboración podría ser el arzobispo de Milán, Antonio de Saluzzo (1380-1401) vestido con una mitra blanca, una casulla color rojo, una alba blanca y sostiene con su mano derecha un báculo en señal de su posición eclesiástica. Mantiene una posición de estar profesando la palabra de Dios, acompañado de algunos feligreses incluidos dos niños quienes por sus rasgos físicos podrían tratarse de los hijos del duque Gian Galeazzo, el primogénito Giovani María (1388-1402) y el segundo, Filippo María Visconti (1392-1447), este último, duque de Milán y promotor del manuscrito hacia 1416 -
Vincent de Beauvais, Speculum historiale
En la parte superior del Folio 19v que pertenece al Speculum Historiale de Vincent de Beauvais, se muestra una representación de La Santísima Trinidad. Esta imagen de formato horizontal está enmarcada por una arquitectura gótica a manera de templo que acomoda, y divide a la vez, las tres escenas que la componen. Este templo, es de tonalidades grises, a excepción de los pináculos, capiteles y ornamentos que son dorados. En cada una de las divisiones se observan arcos trilobulados y al centro, un remate en forma de gablete. Los exteriores de esta estructura están decorados con motivos fitomorfos dorados como hojas de vid, que se distribuyen no solo en la imagen, sino que los encontramos rodeando el texto también. En cada sección, de izquierda a derecha se acomoda La Santísima Trinidad en este orden: Jesús hijo, el Espíritu Santo y Dios Padre. La primera escena del lado izquierdo muestra a Jesús sentado, en la parte superior, posada sobre un ornamento, hay un ave que pertenece a la familia de los fringílidos, conocido como jilguero europeo. Jesús sostiene una hoja con letras griegas en su mano izquierda, mientras se lleva la mano derecha al pecho. Viste una túnica roja, cubierta por un manto azul, cuyos pliegues nos sugieren que la cara interior es roja. El fondo de esta imagen es geométrico, compuesto por rombos intercalados de fondo azul y texturas doradas distintas: flores de liz y diagonales, cuyos bordes son rojos. En el centro con un fondo rojo, tenemos al Espíritu Santo descendiendo del cielo, entre nubes de color rojo y azul. Su fondo, a diferencia de las escenas laterales, es rojo con motivos fitomorfos dorados que llenan el espacio y parecen surgir del pico de la paloma. El Espíritu Santo porta un nimbo al igual que Jesús y Dios Padre. La tercera escena es la representación de Dios padre, con su respectivo nimbo. En la parte superior de esta escena y como pasa en la de Jesús, se observa sobre un ornamento al centro, un ave que parece ser de la familia gypinae. Dios Padre sentado levanta su mano derecha en un gesto de bendición y su mano izquierda reposa sobre una esfera que como en otras representaciones de la Santísima Trinidad hace alusión al orbe terrestre. Es importante destacar que la apariencia de Dios Padre y Jesús son idénticas, a diferencia de las representaciones donde Jesús lleva atributos como la cruz y Dios Padre se representa con un aspecto más maduro y envejecido. -
Vincent de Beauvais, Speculum historiale, trad. par Jean de Vignay, sous le titre Miroir historial, vol. I (livres 1-8).
En el folio 27r contiene el relato de la creación del mundo. El folio está integrado por una imagen central en la parte superior de la hoja, texto con letra capital ornamentada, en dos columnas de 23 líneas cada una, y un marco con motivos vegetales solo del lado izquierdo. En cuanto a la imagen, fiel al relato bíblico en el Génesis 1:1-31, vemos un anciano en el extremo izquierdo de la imagen con aureola, y la mano levantada dando una orden. En seguida aparecen seis círculos con escenas a su interior que muestran los diferentes momentos de la creación. En el primero de ellos únicamente se observa el círculo dividido en blanco y negro, aludiendo a que en el primer día de la creación se separa la luz de las tinieblas. El segundo (de izquierda a derecha) cuando es separada la expansión, es decir crea los cielos, el círculo está dividido con nubes en la parte superior. En el tercer círculo se observa unos árboles y la tierra, que corresponde a la separación de los mares y la tierra y al surgimiento del reino vegetal. El cuarto día, círculo inferior izquierdo, se refiere a la creación de las grandes lumbreras: el sol y la luna. El quinto día el surgimiento del reino animal, únicamente se representa el mar con algunos peces y nubes con aves en el cielo. Y finalmente el sexto día, el reino animal terrestre y el hombre, aquí se observa a un hombre sentado en la tierra y desnudo. El fondo sobre el cual se encuentran suspendidos los círculos es una representación del manto estelar, rombos con vértices rojos y blancos sobre un fondo azul, con pequeñas zonas en rojo. Este tipo de representación respecto a la creación fue frecuente en las biblias moralistas del siglo XIII. -
Horae ad usum Mettensem Horas de uso Mettensem
En la foja podemos encontrar una oración a la virgen, el contorno es romaneado por elementos dorados, azules, rojos y blancos. La zona superior se encuentra coronada por un dragón. Este monstruo de figura alargada cuenta con un contraste de color en su cuerpo. La cabeza es roja, mira hacia el cielo y da una cierta semejanza a la forma humana, su boca devora una rama de vid dorado. El cuerpo de un tenue color terracota con puntos blancos, es protegido por profundas espinas doradas acompañadas de dos pequeñas alas azules, todo el cuerpo es soportado por dos patas rojas y una larga y fuerte cola. Los elementos que componen a nuestro monstruo son los más utilizados durante la Edad Media, el tamaño y los colores pueden variar, pero siempre es un animal tipo serpiente con dos patas y alas, en algunas impresiones puede lanzar fuego por la boca como en la imagen “un dragón con aliento de fuego amenaza a un elefante” del manuscrito Theological miscellany, including the Summa de vitiis, sin embargo se consideraba que su mayor peligro era la cola, con la que sofocaba a sus víctimas. La idea del dragón se encuentra presente en la mayoría de las sociedades antiguas retomando diferentes formas y rasgos, los cuales fueron evolucionando con el tiempo y su connotación no es siempre negativa (como el caso de China). Aquel que conocemos en occidente puede derivarse de las leyendas de Etiopia y la India. El termino Dragón tiene origen en el griego derkesthai que significa mirar ya que “una de las características más importantes del Dragón es la de poseer una mirada paralizante.” Dentro del imaginario medieval y con la influencia del cristianismo la imagen del dragón se ha relacionado con la serpiente, la cual tentó a Eva, y por lo tanto al diablo y al mal. Esto se menciona en Apocalipsis 12 dentro de la biblia, sin embargo, el monstruo ahí descrito es diferente: es de color rojo y tiene 7 cabezas con 10 cuernos, el cual es vencido por San Miguel y los Ángeles del cielo. Otros santos como San Jorge y santa Margarita también se enfrentaron al dragón y lo vencieron gracias a su fe; posteriormente San Jorge y santa Margarita fueron martirizados. En el caso de nuestro manuscrito podría tratarse de solo una ornamentación, sin embargo, el detalle que han puedo para que se encuentre comiendo hojas de vid puede referirnos a su fama negativa, ya que en la biblia se dice que Jesús es la vid como dador de vida y bienestar (Juan 15). Por lo tanto, podría ser una imagen que representa la lucha continua del bien y el mal, además, la figura del dragón también aparece en otras secciones de este libro donde se ve más claramente esta idea de lucha constante entre esta dualidad. La imagen contemporánea que se tiene del dragón ha retirado el atributo de la cola otorgándole todo el poder a la capacidad de escupir fuego, las representaciones audiovisuales utilizan este modelo de representación, por lo cual en este tiempo no veremos la representación de un dragón fiel a los que vemos en los manuscritos. -
Breviari d’Amor
El Breviario de amor es un escrito verso que aborda los diferentes tipos de amor, así mismo, contiene tratados que abordan temas relacionados Dios, la creación y la naturaleza, es por ello muchas de las imágenes son aportaciones de corte astronómico, astrológico, matemático y geográfico. Tal es el caso del folio 66r en donde un gran círculo rodeado por cuatro ángeles representa el universo. Tres de estos cuatro ángeles visten mantos verdes y alas azules, mientras que el cuarto, del lado superior izquierdo, viste de rojo con alas verdes. El total de la imagen está enmarcada por bordes con detalles color oro con aparente simetría. El fondo es hoja dorada con patrones en azul y rojo. Regresando a la figura principal, en total son once círculos concéntricos, mayoritariamente azules con el nombre de los siete astros hasta entonces conocidos: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno. La octava y última esfera es aquella a la que Platón en el Libro X de la República nombró esfera de las estrellas fijas. Según la explicación del filósofo, todas las esferas que sostenían a los planetas estaban sujetas por una luz recta que partía del centro. En la parte interior y apelando a la teoría geocéntrica, una esfera café con la inscripción tierra indica el centro de todas las cosas. La idea del universo conformado de esferas que giran en torno a un único centro se remonta a la antigüedad, aunque posteriormente tras la recuperación árabe de los textos aristotélicos, esta idea fue adaptada al cristianismo por figuras como Santo Tomás de Aquino. Según la teoría de los cuatro elementos que propone Aristóteles en su Filosofía Natural, dentro de la zona sublunar se contenían los cuatro elementos de la materia. En esta también llamada “zona de la corrupción” o “zona elemental”, los elementos se disponían de forma creciente según su supuesta pesantez; siento el fuego el más volátil y más alejado del centro, seguido del aire y el agua hasta llegar a la tierra, el elemento más pesado. Es por ello que en el folio 66r, después del centro (tierra), la siguiente esfera azul contiene tenues ondas junto a la inscripción agua, las esferas del aire y el fuego se representan en gris y rojo respectivamente. En el detalle del folio 63r bajo el título “De la natura de la tierra” en un corte transversal del globo terráqueo se aprecia mejor como la masa terrestre se condensa en el centro y el agua, cuya cantidad es superior, la rodea. Como ya mencioné, el Breviario también tiene información matemática del mundo. La expansión de estos saberes se debe a recuperación, a través de la traducción y difusión de los árabes del Almagesto, libro del astrónomo, matemático y geógrafo Ptolomeo quien ya en el siglo II hizo cálculos sobre la circunferencia de la tierra, la distancia de la luna y otros cuerpos celestes, así como observaciones de eclipses, entre otros fenómenos. Un ejemplo de ello es el folio 45r, que bajo el título “espacio sublunar” se observa un círculo con inscripciones en las líneas verticales y horizontales que contienen información sobre las medidas de la tierra en números arábicos. El movimiento de rotación terrestre se explica con la presencia de dos ángeles que en la esquina superior izquierda y en la parte inferior derecha dan vueltas a las manivelas que salen de la tierra. -
Book of Hours, Use of Paris
El folio 74v pertenece a Las Horas de Yolande de Flandes, en él se pueden observar al menos cinco escenas diferentes que, por su disposición y tamaño, no gozan de la misma importancia. La adoración de los reyes —también conocida como Epifanía—, resalta por ser la de mayor tamaño, y estar al centro, abarcando más de la mitad superior. Esta escena está enmarcada por arquitectura gótica dorada, lo cual era usual en los libros de horas, de manera que parecía que la escena transcurría al interior de un templo. Esta Epifanía puede dividirse en dos: del lado izquierdo están los tres reyes magos, cada uno sosteniendo los regalos para el niño Jesús. Los tres reyes portan lujosas coronas y contenedores, usando túnicas largas; uno de ellos en posición de genuflexión en una rodilla, —también común en el arte occidental—, y los otros dos reyes parados, uno de ellos señalando la estrella que los guiaría hasta el niño Jesús. Del lado derecho, se puede observar a la virgen María con sus mantos tradicionales en azul y rojo, en posición sedente y sosteniendo en su regazo a Jesús que estira la mano hacia el rey mago más próximo, quien le ofrece su regalo. En representaciones más tempranas el niño bendice a sus visitantes, pero en este caso parece estirarse, para tocar el regalo que se le ofrece. La iconografía de esta escena comenzó a proliferar en el periodo románico y se consolidó en el periodo gótico. A los laterales de esta Epifanía, se pueden observar dos escenas que tienen la misma composición y de primera vista no se relacionan con la ya descrita: dos santos, estatus que se intuye debido al nimbo que portan, instruyendo a niños. Al bajar en la imagen, hay una cuarta escena, la cual está junto a un párrafo en latín, contenida dentro de una letra capital “D”: un hombre, que clava el letrero en la cruz, guiando nuestra vista hacia el final del folio y la última escena: La crucifixión. La crucifixión es uno de los episodios que pertenece a la pasión de cristo. La representación de este folio parece tener una función más narrativa, pues muestra varios momentos: del lado izquierdo en primer plano está María, postrada, mientras la consuelan; detrás se encuentra un hombre sosteniendo una lanza, posiblemente Longino, el soldado romano que hirió el costado de Jesús y atrás de él, las mujeres santas, que acompañaron a Jesús y se fueron incluyendo en representaciones de los últimos siglos de la Edad Media. Al centro de la imagen está Cristo, portando la corona de espinas —que comenzó a incorporarse en la iconografía a partir del siglo XII—, clavado en la cruz y sangrando en su costado derecho y extremidades. En este libro de horas, se representa a Cristo muerto, cuya representación corresponde a la creación del manuscrito en el siglo XIV, periodo de la Baja Edad Media. En el lado derecho, Estefatón le ofrece vinagre a Jesús con una esponja; los soldados se reparten sus vestiduras y Juan está arrodillado a los pies de Cristo. Esta composición es teatral y la conforman escenas muy emotivas, que resaltan la humanidad de Jesús y el dolor de la pérdida en los personajes testigos de la crucifixión. -
Book of Hours, Use of Paris
El folio 115v del Libro de horas de Nicolas Rolin tiene una pequeña ilustración de una iconografía trinitaria popularizada en la Edad Media: el Trono de Gracia. La escena se encuentra al interior de un vano tetralobulado gruesamente delineado en azul, blanco y rojo, que a su vez se enmarca dentro de un recuadro dorado. En ella, se observa a Dios Padre vestido con una túnica blanca, sus cabellos son rubios y en la cabeza lleva una corona de espinas así como el nimbo dorado que remarca su divinidad. Sentado con los brazos extendidos sostiene con ambas manos la cruz en donde está el Hijo, de su boca sale un soplo (Pneuma) con forma de paloma: es el Espíritu Santo. En cuanto al hijo, el tratamiento del cuerpo es muy realista, este se presenta ataviado con una corona de espina y el paño de pureza (perizonium), mismo que tiene algunas transparencias. A partir del siglo XI Cristo en la cruz se empieza a representar muerto: con el cuerpo rígido y la cabeza ligeramente a la derecha. Tres clavos de considerable tamaño acompañan las heridas, mismas que comparte con Dios Padre. Finalmente, el fondo de la imagen es totalmente azul y está decorado con patrones geométricos finamente detallados. Justo debajo de la anterior escena, cuatro líneas de texto gótico acompañadas de la letra capital “D” copiosamente decorada. El resto del folio está ornamentado con algunos motivos vegetales y con una bestia alada en la esquina superior derecha. -
Hours of the Virgin
La imagen del folio 42ra de las Horas de la Virgen se encuentra dentro de la letra capital “D”, misma de la que se desprenden ornamentos vegetales en los márgenes del folio. En la imagen, una representación de la Trinidad, también conocida como Trono de gracia (Thronum gratiae), muestra al Hijo muerto en la cruz con forma de “Tau”, la cual es sostenida con ambas manos por el Padre. El hijo se encuentra con los ojos cerrados, el cuerpo vencido y ataviado con un pequeño manto grisáceo. Al fondo, el Padre con mirada inexpresiva, está sentado en un trono con la cara de frente, vestido con un grueso manto bicolor tiene las manos extendidas. Finalmente, en la intersección de la cruz se manifiesta el Espíritu Santo en forma de paloma ascendente. Por otro lado, el folio 48ra tiene dentro de la letra capital “D” una imagen del Bautismo de Cristo. En ella, San Juan -del lado derecho- vierte agua con un jarrón sobre la cabeza de Cristo -al centro-, este último se encuentra dentro de las aguas del Río Jordán (Mt 3:13), mismas que se levantan y cubren toda la parte inferior del personaje. En la esquina superior izquierda, el cielo se abre dejando ver a un ángel que sostiene una túnica azul. Finalmente, una paloma desciende sobre Cristo en la parte superior; las sagradas escrituras mencionan “los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él” (Mt 3:16). -
Book of Hours, use of Sarum
La representación del dogma de la Trinidad es probablemente una de las más problemáticas dentro de la historia del arte. El dogma explica la naturaleza de Dios como ser divino dividido en tres hipóstasis (personas): Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La primera vez que aparece explícitamente en la biblia es en el bautismo de Cristo. En el folio 72v del Libro de horas de Neville de Hornby aparece una de las muchas iconografías de la Trinidad, popularizada a partir del siglo XII y conocida como Trono de Gracia (Thronum Gratiae). Al centro de la imagen Dios Padre sentado en un trono sostiene la cruz en la que ha sido crucificado el Hijo. Al padre se le representa como un hombre de edad semejante a la del hijo, ataviado con un manto rojo con brocados, cabello castaño y barba. El Hijo únicamente porta una corona y un manto transparente en la zona de los genitales. Con expresión resignada, dirige la mirada al suelo; con clavos en las extremidades resaltan las heridas sangrantes, mismas aparecen en los pies del Dios Padre. Finalmente, en la intersección de la cruz se manifiesta el Espíritu Santo en forma de paloma descendiente. En el fondo de oro, una serie de rostros alternados en colores tenues azul y rojo se dispone en cuadrícula a manera de tesela. Destaca la variedad de expresiones y la singularidad de los rostros. La imagen está enmarcada en rojo con motivos geométricos y florales. -
Breviario de Amor
El Breviario del Amor es un extenso poema escrito en provenzal, realizado entre 1288 y 1292 por el franciscano francés Matfré Ermengau. Se trata de un texto enciclopédico que conjunta diversos temas, tales como el estudio de la naturaleza ―como el movimiento de los astros y el Zodiaco―, las reflexiones sobre algunas figuras divinas ―ángeles y demonios―, y el recuento de milagros y parábolas bíblicas. La idea es mostrar cómo el mundo, en su complejidad, resulta ser una emanación del amor entre Dios y sus creaciones. Esta copia es una de las cinco ediciones conocidas traducidas al catalán. El folio 70v ofrece la imagen de un diagrama planetario. Se puede observar una esfera central de la que se desprenden siete ramificaciones, que conducen a las imágenes alegóricas de los cuerpos celestes entonces conocidos. Todo se encuentra inserto dentro de un círculo más grande ―los límites del universo―, que contiene los nombres de los planetas. La Tierra ―el círculo central―, está representada por líneas de cuatro colores distintos, que llevan a pensar en los cuatro elementos. Resulta una figuración inusual, pues lo común era usar un rostro humano como alegoría de nuestro planeta. En esta imagen se puede ver en el centro del planeta un núcleo o éter del que se desprenden pequeñas líneas de luz. La tierra conecta con el resto de planetas, poniendo de manifiesto que todos giran alrededor de ella, y mantienen una influencia directa sobre el rumbo que tomarán las vidas de los seres que en ella habitamos. En otro sentido, la imagen completa de círculos y líneas recuerda a la rueda de una carreta, que en su girar sirve de analogía para entender cómo, siguiendo tanto la teoría de las esferas como las consideraciones sobre Dios, existe una armonía universal y, por así decirlo, una movilidad puesta en marcha por la divinidad (por su amor, en este caso) para que todo vuelva al sitio donde debe estar. Cada planeta se representa con la imagen de la deidad a la que debe su nombre, cada una de las cuales, además, gobierna sobre un día de la semana. Algunas figuras siguen la iconografía clásica sin grandes variaciones: Marte lleva sus armas y su armadura, Saturno su hoz y su barba acrecentada, y Mercurio luce joven y porta una versión simplificada de su caduceo. Sin embargo, la imagen que más salta es Venus, pues aunque su representación como una mujer nadando no es especialmente rara (el hecho de estar en el mar refiere al mito de su nacimiento), en el poema se le menciona como “un hombre nadando”, y en otras ediciones del Breviario, se le representa de esa misma manera. -
Calendario Astronómico
En esta imagen nos encontramos con un calendario astronómico. Se trata de un híbrido entre texto e imagen que, al centro, nos muestra la ilustración de un hombre desnudo, cuyo cuerpo es invadido por las imágenes alegóricas de los doce signos zodiacales; a su vez, alrededor, por escrito se ofrece una pequeña descripción de la relación entre estos signos y las zonas corporales donde los vemos situados. A este tipo de imágenes se les conoce como “Hombres Zodiacales”, “Hombres Cósmicos”, “Hombres Astrales” u Homo Signorum. Ilustran la idea que se tenía de que cada signo tenía inferencia directa sobre áreas anatómicas específicas del cuerpo humano. Por ejemplo, Aries gobernaba la cabeza y Leo el corazón, el estómago y la espalda, mientras que Escorpio junto a Venus los genitales y Tauro el cuello y la garganta. Es importante no confundir a los “Hombres Zodiacales” con los “Hombres Planetarios”, ya que, aunque en los Libros de las Horas solían ir acompañados, los planetarios ofrecían, como su nombre lo dice, una guía acerca del efecto de los planetas, el Sol y la Luna en el cuerpo, en tanto a entes celestes, excluyendo lo referente a, por así decirlo, las figuras míticas zodiacales; además, incluían información sobre los humores/temperamentos. En conjunto, fueron importantes apoyos en el diagnóstico y tratamiento de lesiones y enfermedades. Aunque en este caso la imagen data del siglo XV y los Homo Signorum suelen ir asociados a los Libros de las Horas, autores como John Z. Wee, de la Universidad de Chicago, y Matilde Miquel Juan, de la Complutense de Madrid, trazan posibles recorridos históricos de las influencias que envuelven a estas representaciones. Los calendarios cristianos de los siglos VIII y IX, que buscaban estructurar el tiempo tomando como referencia las fiestas de los santos y los ciclos agrarios, pueden tomarse como antecedentes, e incluso puede ser el caso de una tabla babilónica cuneiforme albergada por el Museo Británico, según propone Wee. En otro sentido, el mismo autor destaca cómo estas imágenes pueden hallarse en la Modernidad, por ejemplo, como ilustraciones en almanaques de Benjamin Franklin o de numerosas publicaciones astrológicas actuales. El Hombre Cósmico, además, puede ser leído como una reminiscencia a las ideas griegas clásicas de concebir al humano como una suerte de “microcosmos” en su consustancialidad con el universo. O, por qué no, como una referencia casi directa a la figura de Cristo, tanto por lo simbólico, al ser un cuerpo que se conecta con los cielos, como por lo más simple, como ver que es Piscis quien gobierna los pies y en el dibujo se pudiera ver que el hombre camina sobre el agua. -
Libro de Horas, uso de San Omer
En el folio 124r del libro encontramos los márgenes de la página adornados con figuras vegetales y geométricas, sobre las cuales se posan un pájaro en la parte superior y una criatura híbrida en la parte inferior. Dentro de la decoración de los márgenes, podemos observar dos imágenes más. La primera de ellas, localizada en la parte inferior izquierda, se trata de la letra capitular “Q”, que encierra en su interior la cabeza de una criatura con cuernos. En la segunda imagen, ubicada en la parte central derecha, representa la escena hagiográfica en la que Margarita de Antioquía se enfrenta con Belcebú. El relato narra que este demonio adquirió la forma de un animal híbrido y se le apareció mientras la mártir se encontraba encarcelada a causa de su devoción a la religión cristiana. Podemos pensar entonces que la criatura contenida dentro de la letra capitular representa la apariencia natural del diablo y que la bestia de la segunda imagen es una de las múltiples formas en las que puede encarnar. Esto último se explica debido a la ancestral capacidad del diablo de travestirse para llevar a cabo su propósito de desviar a la humanidad. Existen distintas versiones acerca de la manera en la que el demonio fue vencido, pero todas concuerdan en que fue la fe de Margarita lo que posibilitó su victoria. En razón de esto, la imagen nos muestra a la virgen sujetando uno de los cuernos del demonio y posicionándose sobre su pecho, lo que representa el dominio de la mártir sobre el diablo y, en un sentido más amplio, el dominio del bien sobre el mal. Debido a las variaciones en la hagiografía, las representaciones pictóricas difieren en la apariencia del demonio. Se puede encontrar como un dragón de varias cabezas, como un personaje antropomórfico de piel obscura o como un cuadrúpedo negro. De igual manera, existen representaciones de Margarita que utilizan estrategias diferentes para expresar su carácter sagrado. La podemos hallar sosteniendo una Biblia, rezándole a un crucifijo y, en este caso, con un nimbo sobre su cabeza. A pesar de la extensa iconografía que existe acerca de este relato, era una mártir ampliamente reconocida y popular, particularmente entre las mujeres del medievo que le rendían culto. Esto se explica desde la revisión de un pasaje del Génesis en el que Dios le dice al Diablo que las mujeres podrán tener la capacidad de enfrentarlo, ya que este don es la contraparte del dolor causado en el parto. Por este motivo, Margarita fue dotada con virtudes atribuidas a los hombres (tales como la fortaleza y la firmeza) y, posteriormente, fue venerada como santa auxiliadora de las madres y embarazadas. -
Horas de uso Romano
En el folio 7r de Las Grandes Horas de Ana de Bretaña, la constelación de Tauro se presenta como un toro acostado de perfil en la parte superior de la hoja. Como corresponde al mes de abril, se observa una mayor vegetación dentro y fuera de la muralla almenada. En la parte inferior derecha está Ana de Bretaña, reina de Francia, sentada probablemente un cojín o asiento invisible en el parterre, tejiendo una guirnalda de rosas blancas y rojas, una actividad usual en las jóvenes nobles de la época. Según la costumbre, la corona de flores que trenzaban estaba destinada a entregarse a un caballero; seguramente, en ese contexto, la corona se la daría Ana a Luis XII. Al lado de Ana, y siguiendo el protocolo, una dama de la corte le ofrece las flores con las que tejerá la corona en un cesto dorado. Al fondo a la derecha, vemos a una doncella recogiendo las rosas del matorral. No es aleatorio que se presente a Ana en un hortus conclusus (huerto cerrado), pues ella misma, al ser noble y reina, debía de ser un símbolo de las “buenas costumbres”; el jardín se convirtió en una alegoría del espacio contemplativo, de recogimiento. Es por ello que, al pintarla dentro, se muestra como una mujer alejada de la frivolidad, devota a su esposo (tejiéndole la corona de flores) durante el otium cum dignitate (ocio, tiempo libre). Por otro lado, Aristarco de Samos (310-230 a. C.) formuló la relación entre los astros y los minerales y metales, después de él, los eruditos se interesaron por encontrar los vínculos entre un signo zodiacal y un determinado color, olor, perfume, flor, etc. Así pues, otro punto a destacar del folio 7r es el tipo de flores que se representan: rosas. Las rosas son las flores de Venus, quien rige la casa de Tauro. Se pensaba que el perfume de las rosas equilibraba las fuerzas afectivas excesivas de los nacidos en esta casa, a la vez que mitigaba las penas de amores que con frecuencia sufrían. El astrónomo árabe Albatenio (Al-Battani ca. 858-929) construyó el sistema de casas astrales y su relación con los elementos, siendo la tierra el elemento perteneciente a Tauro; ahora, la teoría de los cuatro humores (desde Hipócrates fue la más aceptada y utilizada hasta mediados del siglo XIX) sostiene que las personas están compuestas por cuatro humores o líquidos (sangre, bilis amarilla, flema y sangre) y éstos deben estar en balance para gozar de una buena salud. Los humores dentro de la persona también se veían influenciados por el mes en el que nacieron y no sólo por el elemento de sus casas astrales. Santa Hildegarda de Bingen (1098-1179) escribió un tratado de medicina basado en la teoría de los humores, que a su vez estaba influenciada por los elementos de cada signo zodiacal. En él, la santa recomendaba el uso de ciertos tratamientos como sangrados regulares para evitar o curar las enfermedades derivadas del desbalance de los humores en el cuerpo (locura, demencia, parálisis, gota, lepra y fiebre). Así pues, el zodiaco era una poderosa fuerza que influenciaba y modificaba las prácticas culturales y de cuidado en la Edad Media.