Horae Beatae Mariae Virginis Horas de la Santísima Virgen María

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Titulo original
Horae Beatae Mariae Virginis
Horas de la Santísima Virgen María
Título Alternativo
Rothschild 2535
Autor
Varios
Fecha de Creación
Siglo XV
En línea: 14/12/2015
Idioma
francés
Tipo
manuscrito
Formato
Pergamino
Medidas: 212x 148 mm
Líneas: 17
Descripción de la imagen
En el folio 7v del manuscrito de Rothschild Ms. 2535, arriba de la oración Obsecro te se mira una miniatura con la escena de la Virgen de la humildad. María está sedente en una silla de caderas amamantando al pequeño Jesús en un interior doméstico, a su lado izquierdo está una mesa donde se halla un macetero con siete claveles: dos blancos y y cinco rojos, símbolo de la Encarnación y la pureza. Sin lugar a duda, el siete es un número con profundo significado teológico en el cristianismo relacionado en la Biblia con las cosas de Dios y en la vida de María, se identifican los siete gozos y siete dolores de la Virgen. Asimismo, mediante el color blanco y rojo se indica el paralelismo entre la leche virginal y la sangre que, en el futuro, será derramada por el Niño Dios en la cruz. Este hecho está enfatizado por el árbol que se alcanza a ver en el fondo y que indica el árbol restaurado del paraíso por el sacrificio del Cordero.
Debajo de la mesa hay una jarra y un aguamanil que indican el bautismo como la puerta de entrada hacia la salvación. Junto a la Madre y el Niño, un ángel embelesado tañe el arpa. En este caso la escena no transcurre en un jardín cerrado, pero por la ventana del fondo donde se yergue el árbol de la vida evoca sin duda al hortus conclusus. Casi en el centro del margen inferior que enmarca la miniatura se distingue un clavel bicolor en blanco y rojo que refuerza la dualidad entre los opuestos: dulzura y amargura, sacrificio y salvación. En ambas escenas el clavel (dianthus caryophyllus) de la familia Caryophyllacea ocupa un lugar primordial porque alude al misterio de la Encarnación, según una leyenda en el mismo momento que nació el Jesús brotó esta flor de especial aroma. A la vez, esta planta era símbolo de la Pasión, en efecto, en otra leyenda se decía que germinó de las lágrimas de María durante el vía crucis. Desde el siglo XIII el clavel por su aroma especiado, parecido al clavo, fue relacionado con María y en algunas ocasiones, aparece representado en las escenas de la dormición o de la asunción. De esta manera, el clavel indica el inicio y fin del ciclo de la redención.
La metáfora de la dualidad entre las flores blancas y rojas, ya la había señalado san Ambrosio que comparaba la blancura con la pureza de los mártires, y el carmín, con su sangre sacrificial. Asimismo, los claveles aluden al perfume virginal y a la redención por medio del sacrificio de Cristo. Por otro lado, la combinación de claveles blancos y rojos simboliza la fidelidad y constancia en el amor conyugal, por lo tanto, estas flores denotan los esponsales de María con el Espíritu Santo.
En esta miniatura también se evocan los cinco sentido y se alude al concepto de “dulzura”, dentro de la composición en línea diagonal se ubican los claveles (olfato), en Niño Jesús alimentado con la leche virginal (gusto) y el ángel tañendo el arpa (oído). Además Madre e hijo se miran amorosamente (vista), la Virgen lo sostiene tiernamente y el Niño apoya su mano en su pecho (tacto).
Identificador
ark:/12148/btv1b1052
Libro digitalizado
Derechos
Bibliotèque nationale de France
Biblioteca nacional de Francia
Titular de los Derechos
Bibliotèque nationale de France
Biblioteca nacional de Francia
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