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Grandes Horas de Ana de Bretaña
En el folio 6v del libro encontramos un margen de motivos vegetales que enmarca la caja de texto. Como parte de esta ornamentación, se presentan un par de flores y un ave extendiendo sus alas. En la parte inferior de la página se sitúa una imagen de dos personajes masculinos desnudos en posición de pelea dentro de un corral, los cuales presentan rasgos físicos similares o incluso idénticos. Ambos sujetan los brazos de su respectivo contrincante. Uno de ellos mira directamente a su oponente y el otro desvía la mirada: se trata de una representación del signo zodiacal de Géminis. Detrás de ellos podemos apreciar algunos árboles y, más atrás, una ciudad distante. Este aspecto podría indicarnos que el corral está localizado en las afueras de la ciudad, quizás en una zona rural. La iconografía del signo ha sido bastante modificada desde su origen. Podemos encontrarla como una pareja de enamorados, dos figuras femeninas pudorosas o, como es el caso de la imagen, unos gemelos peleando. Esta representación en particular está relacionada con su origen mítico. En la mitología se habla de que son los gemelos Cástor y Pólux los que dan origen a la constelación, por lo cual el signo se asocia con su vigor y su fuerza. Es por esta razón que en algunas representaciones vemos a los mellizos portando armaduras o en posición de ataque. Más tarde, los gemelos de la mitología fueron apropiados por la tradición cristiana que los utilizó para mostrar la doble naturaleza de Cristo: la humana y la divina, encarnadas en dos cuerpos separados. De igual manera, los mellizos también han sido asociados en la iconografía religiosa con Facundo y Primitivo, dos hermanos mártires. La vinculación entre estos personajes se debe a que, así como Cástor y Pólux ascendieron al cielo a manera de constelación, Facundo y Primitivo ascendieron al cielo tras su muerte a causa de su gracia divina. Por otra parte, el signo de Géminis es asociado con la agricultura. Esto último es debido a que la constelación es visible en una época en la que el sol se encuentra más cercano a la Tierra y, por tanto, pareciera más grande y adecuado para el cultivo. Tal vez sea por ello que encontramos la ubicación del corral en una zona rural y no urbana, acentuando esta distinción con la lejanía de la ciudad. Debido a esta asociación entre la época, la agricultura y el signo, durante el medievo comenzó a difundirse la creencia de que las personas cuya fecha de nacimiento coincidiera con la aparición de esta constelación poseían habilidades innatas para el cultivo y que, por tanto, era su destino dedicarse a esta ocupación. -
A bestiary with additions from Gerald of Wales's Topographia Hibernica
La imagen está enmarcada por un perímetro simple a dos gamas de rojo -
Bestiary with theological texts
La imagen está dentro de un marco rectangular de color azul y fondo de oro. -
The De Brailes Hours
En este libro de las horas, Edward de Brailes plasmó escenas que aluden a personajes o creencias de la tradición cristiana. La mayoría de las imágenes que se usaron para decorar este texto se encuentran como parte de las letras historiadas, es decir, que las ilustraciones se enmarcan con letras iniciales de algunos párrafos. Encontramos escenas descritas en la biblia, tales como la del folio 23v en donde se aprecia a Herodes ordenando el asesinato de infantes, escena que se identifica como la Matanza de los Inocentes. Es interesante que en este libro también podemos encontrar imágenes que remiten a relatos que hoy en día se consideran no canónicos como el que narra el milagro de la vara florida de san José con la cual se señaló milagrosamente que él era el elegido para custodiar a la Virgen. Destaca entre las imágenes, por lo inusual de la escena, la que se encuentra en el folio 40v. La forma de representar a la Virgen es sencilla, con manto y túnica, sin otros atributos iconográficos salvo por el contrato que nos remite al relato de san Teofilo de Adana. Por otro lado, el demonio tiene algunos rasgos interesantes para analizar. En términos generales, el personaje tiene características animales y antropomorfas juntas: es bipedo y tiene manos, pero su piel está cubierta de pelo, las patas son similares a las de las aves y la cabeza tiene el elemento, recurrente en los demonios, de los cuernos. El Demonio está desnudo, cubierto solo por una falda flamígera. La desnudez y los rasgos animales nos remiten a lo no humano, y las llamas a lo infernal. Recurrentemente, la forma de mostrar a la Virgen en imágenes es en actitud pasiva u orante, sin embargo, en este caso la postura de Maria sugiere una acción de lucha. La razón por la que la vemos así representada se explica en la historia de Teófilo, quien fue un administrador de iglesia que vivió en el siglo V al cual se le ofreció ser obispo pero declinó la oferta. Para su desgracia, quien ocupó el cargo destituyó a Teofilo sin ninguna razón. Según la leyenda, para recuperar su lugar en la iglesia, Teofilo pidió ayuda al Demonio aconsejado por un brujo judio. Arrepentido después, hizo súplicas a la Virgen para que anulase el pacto y ésta respondió salvándole. Es relevante señalar la imagen que en este relato se proyecta de la comunidad judía en la época, como sirviente del demonio. En la imagen, lo que se puede ver es a Maria, la Virgen, golpeando con un brazo al Diablo y arrebatándole el contrato de Teofilo con el otro. Esta forma de ligar a Maria con la lucha contra el mal es frecuente, sin embargo, el uso directo de la fuerza física es un atributo que no se conserva hoy en día. Probablemente este tipo de imágenes fueron dejadas de producir después del concilio de Trento, como sucedió con la Virgen del Socorro, a quien se solía pintar de forma similar, con una maza y golpeando al demonio. -
Horae ad usum Mettensem Horas de uso Mettensem
En la foja podemos encontrar una oración a la virgen, el contorno es romaneado por elementos dorados, azules, rojos y blancos. La zona superior se encuentra coronada por un dragón. Este monstruo de figura alargada cuenta con un contraste de color en su cuerpo. La cabeza es roja, mira hacia el cielo y da una cierta semejanza a la forma humana, su boca devora una rama de vid dorado. El cuerpo de un tenue color terracota con puntos blancos, es protegido por profundas espinas doradas acompañadas de dos pequeñas alas azules, todo el cuerpo es soportado por dos patas rojas y una larga y fuerte cola. Los elementos que componen a nuestro monstruo son los más utilizados durante la Edad Media, el tamaño y los colores pueden variar, pero siempre es un animal tipo serpiente con dos patas y alas, en algunas impresiones puede lanzar fuego por la boca como en la imagen “un dragón con aliento de fuego amenaza a un elefante” del manuscrito Theological miscellany, including the Summa de vitiis, sin embargo se consideraba que su mayor peligro era la cola, con la que sofocaba a sus víctimas. La idea del dragón se encuentra presente en la mayoría de las sociedades antiguas retomando diferentes formas y rasgos, los cuales fueron evolucionando con el tiempo y su connotación no es siempre negativa (como el caso de China). Aquel que conocemos en occidente puede derivarse de las leyendas de Etiopia y la India. El termino Dragón tiene origen en el griego derkesthai que significa mirar ya que “una de las características más importantes del Dragón es la de poseer una mirada paralizante.” Dentro del imaginario medieval y con la influencia del cristianismo la imagen del dragón se ha relacionado con la serpiente, la cual tentó a Eva, y por lo tanto al diablo y al mal. Esto se menciona en Apocalipsis 12 dentro de la biblia, sin embargo, el monstruo ahí descrito es diferente: es de color rojo y tiene 7 cabezas con 10 cuernos, el cual es vencido por San Miguel y los Ángeles del cielo. Otros santos como San Jorge y santa Margarita también se enfrentaron al dragón y lo vencieron gracias a su fe; posteriormente San Jorge y santa Margarita fueron martirizados. En el caso de nuestro manuscrito podría tratarse de solo una ornamentación, sin embargo, el detalle que han puedo para que se encuentre comiendo hojas de vid puede referirnos a su fama negativa, ya que en la biblia se dice que Jesús es la vid como dador de vida y bienestar (Juan 15). Por lo tanto, podría ser una imagen que representa la lucha continua del bien y el mal, además, la figura del dragón también aparece en otras secciones de este libro donde se ve más claramente esta idea de lucha constante entre esta dualidad. La imagen contemporánea que se tiene del dragón ha retirado el atributo de la cola otorgándole todo el poder a la capacidad de escupir fuego, las representaciones audiovisuales utilizan este modelo de representación, por lo cual en este tiempo no veremos la representación de un dragón fiel a los que vemos en los manuscritos. -
Libro de horas de Carlos V
La foja correspondiente al mes de septiembre está ricamente ornamentada como el resto del libro. En la zona inferior y los márgenes se presentan plantas de vid y colores que evocan el otoño. En la parte superior se desarrollan dos escenas: del lado izquierdo un juego de cartas y del lado derecho un hombre rezando. En la primera un hombre viste una túnica blanca ricamente ataviada con pieles amarillas y rojas, se encuentra sentado frente a una mesa. A su lado dos mujeres lo acompañan, la mujer a la derecha viste un vestido superior azul con dorado, ofrece una copa de vino y mira al hombre a la cara. La otra mujer se encuentra a espaldas del hombre, viste un vestido verde y un velo blanco, su mano derecha toca elementos del juego mientras la izquierda sostiene cartas. En la mesa solo se observan 8 mazos de cartas, tres platos y una licorera. En la zona superior izquierda de la imagen se encuentra una balanza que podemos identificar como el siglo zodiacal de Libra, el fondo del salón parece estar ornamentado con elementos de arquitectura clásica. A la derecha una columna dorada parece conectar y sostener el margen dorado de las escenas, mostrando también el título de las escenas. En la zona derecha observamos a un hombre de rodillas frente a un altar, viste una túnica muy parecida a la de su contraparte, pero sin ornamentos, sostiene un bolso en su espalda. Su semblante se encuentra sereno mirando al cristo y las manos las posiciona en oración a Dios. El altar es pequeño y ornamentado con pintura verde y dorada, sosteniendo la imagen de la crucifixión: Cristo en la cruz y dos personas a su lado, pueden tratarse de los apóstoles o de María y Magdalena. El fondo del oratorio presenta elementos arquitectónicos clásicos y parece haber una continuidad de las líneas de la pared entre ambas escenas. Estas escenas forman parte de la historia que narra el libro de horas: Dos hermanos que eligen el camino de la virtud y de la perdición respectivamente. En el imaginario de la época el avance de los meses se relaciona con el ciclo de la vida de las personas y se alineaba con los doce meses del año, los signos zodiacales y las estaciones. La narrativa pretende ilustrar que el ciclo de vida no se detiene para nadie, la diferencia radica en las aspiraciones y acciones de cada uno, las cuales tienen consecuencias al final de la vida; aquellos bienaventurados obtendrán el paraíso y los pecadores obtendrán el infierno. Al ser dos hermanos nos demuestra que todos los hijos de Dios nacen en igualad de circunstancias y oportunidades y al ejercer sus elecciones es como se ha de obtener el futuro no terrenal. Los preceptos del cristianismo son rechazar el pecado y ofrecer la vida a Dios, estos, se trasladan a las imágenes que pretenden moralizar al pueblo. Si bien este libro de horas era de un particular y un limitado número de personas tenían acceso, este sistema de mostrar el paraíso y el infierno tiene orígenes previos, como los tímpanos de las catedrales románicas y los vitrales de las iglesias góticas. Posteriormente el sistema se implementó en las pinturas murales en América y fue un tema recurrente en la pintura sacra, la diferencia radica en que el libro de horas es destacable porque muestra el proceso y las otras representaciones pictóricas -incluyendo el tema del juicio final- muestran solo las consecuencias. -
Book of Hours, use of Rome
El folio 216 del libro de las horas de Juana de Castilla contiene únicamente una imagen la cual abarca la página completa con la representación del arcángel san Miguel, un marco y dos pequeños textos que complementan la composición. La imagen, a pesar del tamaño, es sobria por lo que al personaje no le acompañan otros motivos ni mayor decorado. Que la imagen de este arcángel se encuentre en un libro de las horas es completamente pertinente. Históricamente en la tradición cristiana se le ha conferido a los ángeles la capacidad de mediar entre lo divino y el mundo terrenal, ya sea como mensajeros o brindando asistencia a los creyentes. A partir del siglo V se generalizó la iconografía más conocida de los ángeles como seres alados, esto inspirado en las visiones proféticas de Ezequiel, pero apegándose a una imagen antropomorfa. Las alas no solo eran apegadas al relato bíblico, también reforzaban el papel de los ángeles como vínculo entre la tierra y el plano divino. Por ello, la imagen de ángeles en este libro concuerda con la idea de que a través de la oración se puede establecer una conexión entre los humanos y Dios. Particularmente san Miguel es un ángel de jerarquía mayor, considerado comandante de los ejércitos celestiales. Es por esto que Miguel está representado en este libro de las horas como guerrero, vestido con armadura, empuñando una espada en la mano derecha y sosteniendo una lanza con la otra. Por su carácter militar también se le representa venciendo en combate al mal, pisando o expulsando al demonio. A san Miguel también se le ha identificado como psicopompo, quien guía a las almas al más allá y quien tiene la labor de pesar las obras de las almas en la balanza para juzgar si actuaron de buena forma o no. Este relato es muy similar a la creencia egipcia que decía que al morir las personas, su corazón era pesado en una balanza junto a una pluma para juzgar su pureza. A pesar de lo anterior, esta ilustración carece de algunos de los atributos iconográficos que podemos ver en otras imágenes de este arcángel, por lo que se puede apreciar únicamente a este personaje sin balanza ni combatiendo. -
Miracles de notre dame en vers et passion de divers martirs
La foja contiene una gama de colores limitada, resaltan el negro y el rojo por ser los más utilizados. No existen ornamentaciones en los bordes, la única imagen se encuentra en la parte superior derecha. En esta miniatura se concentran más colores: dorado, azul, marrón y blanco. En la escena encontramos tres figuras: una virgen de túnicas azules y rojas cuya cabeza es cubierta por un velo blanco y es rodeada por un halo de luz que muestra su divinidad, la mirada se encuentra fija en su mano. En el centro de la imagen se encuentra el torso de una persona vestida de rojo, mantiene las manos en oración hacia la virgen. A la izquierda se identifica un demonio negro, con dos cuernos sobre la cabeza, sus rasgos son vagamente identificables, la mirada vacía se dirige a la cara de la virgen, mientras su mano izquierda parece señalar a la persona del centro de la imagen, y la derecha se pierde cerca de la mano de la virgen. La escena se encuentra contenida por un círculo azul con una pequeña ornamentación blanca, y un cuadrado rojo con blanco y negro que simula un pergamino. La composición de la imagen es llamativa, debido a la posición apacible de los personajes. Sin embargo, las representaciones de la virgen y el diablo en un mismo espacio suele verse como una confrontación o el poder de la virgen dominando al mal, como es el caso del libro de horas The De Brailes Hours o en las vírgenes del apocalipsis. La escena puede referirse al milagro conocido como “La virgen viene al diablo en lugar de su víctima” en el cual un caballero que era muy devoto de María se esforzaba en honrarla en su día con una gran fiesta, pierde repentinamente todas sus posesiones. Al volverse pobre lamentó profundamente no poder celebrar la fiesta mariana, entonces se internó en el bosque para esconder su miseria. Ahí se le aparece el diablo disfrazado de hombre diciéndole que si acepta su consejo encontrará en su casa mucha riqueza, con la condición de regresar al bosque y traer a su esposa, entonces el hombre acepta. Al volver a casa el hombre encuentra la riqueza prometida y días después se prepara para ir al bosque con su esposa, la cual no sabía su destino, en el camino, la mujer que era muy devota de la madre de Dios pide detenerse en una capilla a rezar, mientras lo hace cae dormida y la virgen desciende del cielo y toma su forma. Regresa con el caballero y lo acompaña al encuentro, al llegar el diablo se da cuenta y llama traidor al hombre, María evita que el diablo dañe a la pareja y lo envía lejos y aullando. En nuestra imagen puede ser que la representación de la persona del centro se trate de la apariencia de la mujer del caballero, pero al ser una fachada se representó solo la mitad del cuerpo, el tono dorado que acompaña a esta figura puede referirse a la sacralidad de la virgen y del milagro que está ocurriendo, por ese motivo la imagen no muestra una confrontación directa, ya que esta ocurre posteriormente. -
Horae ad usum Romanum, dites Très petites heures d'Anne de Bretagne
La imagen está enmarcada por un arco de medio punto, sostenido por dos pilastras con capiteles toscanos. Toda esta estructura es color café claro. Las figuras predominantes dentro de esta miniatura son una mujer caucásica y un reptil que yace debajo de ella. La mujer tiene la mirada baja y ambas manos próximas al pecho en gesto de oración. Lleva puesto un vestido color café con destellos dorados y una capa de color azul. Ella se encuentra hincada sobre el animal, mientras este, muerde un pañuelo azul muy semejante a la capa al mismo tiempo que mira hacia el espectador. Finalmente, al fondo de la imagen, bajo la sombra, se observan dos ventanas parecidas a las que se utilizaban en la arquitectura gótica. En ellas se alcanza a ver un color azul semejante al cielo. La imagen aquí expuesta es la representación de un pasaje de la vida de Santa Margarita. Se encuentra en una prisión en la que fue introducida por el perfecto de Antioquía Olibro, su pretendiente, quien insistía en vencer la resistencia de la santa que no le hacía caso debido a su voto de castidad y fidelidad al cristianismo. Se supone que en este lugar el maligno se había manifestado dos veces. La primera vez, la que observamos, es cuando un dragón se la come y esta logra liberarse saliendo de su estómago tras encomendarse a Dios y hacer la señal de la cruz. Generalmente este es el pasaje más utilizado para representar a la santa principalmente porque ha triunfado sobre Satán y lo tiene dominado, como lo vemos en esta imagen. Así mismo, para hacer alusión a los acontecimientos anteriores Rosa Alcoy escribe que durante la época gótica se tendía a “ver aún el ropaje aprisionado en la boca del monstruo […] alude al momento en que la Santa es devorada” (Alcoy, 1986). El texto y la imagen están rodeados por un margen que podemos segmentar en dos escalas cromáticas: una dorada y la otra azul -semejante al color de la capa de la mujer-. La primera, está ornamentada con coloridos motivos vegetales que conectan con diversas especies de flores, entre ellas lirios. La segunda, únicamente tiene ornamentos vegetales, de color azul claro y pequeños puntos dorados. -
Comentarios sobre el Apocalipsis Perrot de Nesle
Este manuscrito se encuentra compuesto por dos unidades codicológicas del mismo formato pero completamente distintas. 1ra unidad: f. 1 a 33v, 2da unidad: f. 34 a 346v. Firmas de raspadores del siglo XV en todo el manuscrito que datan del ensamblaje de las dos unidades. Primera unidad escrita en dos columnas, número de filas variables. Segunda unidad que contiene tres subunidades: f. 34-163, 4 columnas de 56 a 62 filas; F. 164-216v, 3 columnas de 56 a 62 filas; F. 219- 346v, 4 columnas de 59 a 60 filas. La primera unidad codicológica se asemeja, en diseño, al Apocalipsis de Oxford, New College 65. Foliación del siglo XVIII en números arábigos. Este manuscrito posee letras Capitales quadratas, 352 páginas de las cuales sólo veinte presentan la historia apocalíptica resumida, de dos hasta tres miniaturas por página. En la vista 17 se observa una representación de las fauces del infierno que si bien corresponde a la ilustración del pasaje 20:7 del Apocalipsis, a su vez recuerda lo mencionado en el 14:9-11 “Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su cólera. Será atormentado con fuego y azufre delante de los santos Ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento se elevará por los siglos de los siglos. Y no habrá reposo, ni de día ni de noche". La imagen del abismo ha sido reproducida por su cercanía de traducción con el Hades. Ya que se presenta en relación al sufrimiento, la tormenta, la estufa de fuego, la oscuridad o la destrucción, también vale la pena recordar que la palabra latina «infernus» (inferum, inferi), las griegas «Hades» y «Gehena», y la hebrea «Sheol» corresponden a la palabra «Infierno». (...) Además de Gehenna y Hades, encontramos en el Nuevo Testamento muchos otros nombres para el sufrimiento de los condenados. La imagen de la bestia es animada de alguna forma; tiene aliento y puede hablar. Y sea que la imagen sea animada sobrenaturalmente, por ello la imagen del Anticristo será diferente de cualquier ídolo, porque: la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. -
The Map Psalter
El comúnmente conocido como "Salterio del mapa" toma su nombre de la detallada ilustración del folio 9r. En ella, se despliega un mapa con extraordinaria similitud al famoso Mapamundi de Hereford, ambos contemporáneos y construidos a partir de referentes bíblicos y terrenales. En la parte superior de la imagen, Cristo Pantocrátor ataviado en una túnica azul con un manto rojo está flanqueado por dos ángeles, cada uno sostiene con ambas manos las cadenas de un incensario. La imagen del Pantocrátor proviene de la iconografía bizantina, incluso, el nimbo crucífero dorado detrás de la cabeza de Cristo revela su origen. Estos tres personajes se encuentran sobre un fondo azul con pequeñas motas ordenadas en grupos de tres simulando un cielo estrellado. El foco principal de la imagen es el gran círculo que representa el mundo conocido: la ecúmene. La disposición de los elementos es la siguiente: la parte superior del mapa corresponde al oriente, lugar por donde nace el sol y que intencionalmente coincide con la posición de Cristo. Al centro se ubica Jerusalén. La parte inferior del círculo pertenece a occidente, es decir a África y Europa. Si bien lo anterior deja el norte a la izquierda del mapa y el sur a la derecha, hay que advertir que la cartografía medieval se caracteriza por mezclar el espacio geográfico con el espacio simbólico y espiritual; lo anterior no quiere decir que no existan imágenes medievales científicamente más apegadas a lo que ahora entendemos por mapa, un ejemplo de ello son las cartas portulanas. Regresando a la imagen, justo debajo de Tierra Santa, en color verdoso está el Mar Mediterráneo con algunas de sus islas dentro de las que se distingue Sicilia y Creta. Algunos nombres de las ciudades más importantes de la época se distinguen: Roma, Grecia, Macedonia, Cartago, etc. En la circunferencia doce pequeños rostros rodean el mundo, estos son indicadores de la dirección de los vientos. En la parte oriental del mapa, es decir, en la parte superior, el Mar Rojo es representado como una gran mancha roja. A su derecha, a un costado del asentamiento de “Ethiopia” está el nacimiento del Río Nilo, mismo que baja y se bifurca serpenteando ciudades hasta desembocar en el Mar Mediterráneo. En la cima del mapa, un círculo en blanco y negro con dos rostros en su interior posiblemente representa el paraíso en la Tierra, similar al mapa de Ebstorf y Hereford; del paraíso nacen otros ríos entre los que se aprecian el Ganges, Éufrates y Tigris. La precisión cartográfica es indiscutible, pues se menciona las ciudades más importantes de la época, lo que supone que el artista tenía conocimientos en geografía, mismos que solo pudo obtener a través de viajes o de acceso a otros mapas. Del lado derecho del mapa, llama la atención una fila de casillas alternadas en rojo y azul con seres humanoides al interior. Este elemento probablemente sea las tierras antípodas que muchos autores medievales mencionaron en sus escritos, a pesar de ello, fueron pocos los que afirmaban que las tierras antípodas u “orbis alterius” estaban habitadas. Finalmente, en la parte inferior del mapa, dos dragones encontrados de forma simétrica inundan el espacio de las esquinas inferiores con motivos vegetales que nacen de sus colas. Según Michael Camille, los textos medievales funcionaban a partir de una jerarquización del espacio, en donde el centro se ubicaba lo más importante (Jerusalén) y los márgenes eran destinados no solo a lo menos valioso, sino a lo desconocido o monstruoso (dragones y antípodas), por lo que no es de extrañar que estas figuras estén a la orilla. Toda la imagen está enmarcada en un grueso borde ornamentado con grecas y flores. Se sabe que la fecha de elaboración del libro fue después de 1262 ya que en el calendario del salterio se incluye la celebración de San Ricardo de Chichester, quien fue canonizado en 1262. Así mismo, por el mal acomodo de las ilustraciones, se sabe que posterior a su elaboración se anexaron imágenes de diferentes artistas, una práctica común en este tipo de objetos. -
Breviari d’Amor
El Breviario de amor es un escrito verso que aborda los diferentes tipos de amor, así mismo, contiene tratados que abordan temas relacionados Dios, la creación y la naturaleza, es por ello muchas de las imágenes son aportaciones de corte astronómico, astrológico, matemático y geográfico. Tal es el caso del folio 66r en donde un gran círculo rodeado por cuatro ángeles representa el universo. Tres de estos cuatro ángeles visten mantos verdes y alas azules, mientras que el cuarto, del lado superior izquierdo, viste de rojo con alas verdes. El total de la imagen está enmarcada por bordes con detalles color oro con aparente simetría. El fondo es hoja dorada con patrones en azul y rojo. Regresando a la figura principal, en total son once círculos concéntricos, mayoritariamente azules con el nombre de los siete astros hasta entonces conocidos: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter y Saturno. La octava y última esfera es aquella a la que Platón en el Libro X de la República nombró esfera de las estrellas fijas. Según la explicación del filósofo, todas las esferas que sostenían a los planetas estaban sujetas por una luz recta que partía del centro. En la parte interior y apelando a la teoría geocéntrica, una esfera café con la inscripción tierra indica el centro de todas las cosas. La idea del universo conformado de esferas que giran en torno a un único centro se remonta a la antigüedad, aunque posteriormente tras la recuperación árabe de los textos aristotélicos, esta idea fue adaptada al cristianismo por figuras como Santo Tomás de Aquino. Según la teoría de los cuatro elementos que propone Aristóteles en su Filosofía Natural, dentro de la zona sublunar se contenían los cuatro elementos de la materia. En esta también llamada “zona de la corrupción” o “zona elemental”, los elementos se disponían de forma creciente según su supuesta pesantez; siento el fuego el más volátil y más alejado del centro, seguido del aire y el agua hasta llegar a la tierra, el elemento más pesado. Es por ello que en el folio 66r, después del centro (tierra), la siguiente esfera azul contiene tenues ondas junto a la inscripción agua, las esferas del aire y el fuego se representan en gris y rojo respectivamente. En el detalle del folio 63r bajo el título “De la natura de la tierra” en un corte transversal del globo terráqueo se aprecia mejor como la masa terrestre se condensa en el centro y el agua, cuya cantidad es superior, la rodea. Como ya mencioné, el Breviario también tiene información matemática del mundo. La expansión de estos saberes se debe a recuperación, a través de la traducción y difusión de los árabes del Almagesto, libro del astrónomo, matemático y geógrafo Ptolomeo quien ya en el siglo II hizo cálculos sobre la circunferencia de la tierra, la distancia de la luna y otros cuerpos celestes, así como observaciones de eclipses, entre otros fenómenos. Un ejemplo de ello es el folio 45r, que bajo el título “espacio sublunar” se observa un círculo con inscripciones en las líneas verticales y horizontales que contienen información sobre las medidas de la tierra en números arábicos. El movimiento de rotación terrestre se explica con la presencia de dos ángeles que en la esquina superior izquierda y en la parte inferior derecha dan vueltas a las manivelas que salen de la tierra. -
L'image du monde
La imagen del mundo (Imago Mundi), también conocido como “El espejo del mundo” es un texto vernáculo del religioso Honorius Inclusus del cual existen innumerables copias, entre las cuales está la presente versión del siglo XV atribuida a Gautier de Metz. El manuscrito recopila información de distintas autoridades de la antigüedad tanto clásica como de la antigüedad, poniendo especial énfasis en el quadrivium de las artes liberales, es decir en las disciplinas relacionadas a las matemáticas: geometría, aritmética, música y astronomía. En el folio 34v se aprecia la figura de un hombre de pie, vestido con túnica roja dentro de un vano contorneado en rojo y con un fondo estrellado de un azul intenso. El hombre tiene un compás en la mano derecha con el cual mide la circunferencia de la tierra, mientras que con la mano izquierda sostiene el círculo de la esfera celeste. La Biblioteca Británica ha dado por título a la imagen “La creación” haciendo referencia a la figura de Dios como creador del mundo, sin embargo, si se observan otras imágenes donde aparece la imagen de Dios, estas han sido deliberadamente borradas, eliminando así todo rastro de representación humana en la divinidad, como en el folio 6r. La hipótesis apunta a que, en el momento de la censura, la interpretación de la imagen estuviese orientada a la figura del estudioso de la tierra y no de su creador. La figura del astrónomo como hombre de ciencia que a través del lenguaje divino de las matemáticas podía conocer las medidas divinas de la creación de Dios. Figura como las de Ptolomeo cuyos aportes fueron la base del desarrollo astronómico y geográfico en la Edad Media a partir de dos de sus grandes obras. La primera es su “Geografía”, libro que fue conservado y difundido por eruditos bizantinos cerca del 1300 y traducido al latín en 1406. En dicho libro Ptolomeo elabora mapas del mundo conocido utilizando el sistema de latitud y longitud. La segunda obra es el “Almagesto”, nombre asignado por los árabes, quienes tradujeron el texto del griego y recuperaron valiosa información sobre cálculos y observaciones astronómicas, así como la descripción del modelo geocéntrico del universo. -
L’Image du monde
La imagen del Mundo es un texto comúnmente atribuido a Gautier de Metz pero que se basa en el texto latino escrito dos siglos antes “Imago Mundi” del geógrafo y religioso Honorius Inclusus. El escrito a manera de lo que ahora llamaríamos enciclopedia, describe las artes liberales y explica las diferentes teorías y conocimientos de la época en torno a la geografía, movimientos de los astros, eclipses, criaturas del mundo, etc. En el folio 149 al centro se observa a Cristo Pantocrátor entronizado con los brazos abiertos y el globo terráqueo en la mano izquierda. En las cuatro esquinas de la imagen el tetramorfo o la representación simbólica de los cuatro evangelistas. El ángel corresponde a Mateo, el águila a Juan, el león a Marcos y el toro a Lucas; los cuatro sostienen una cintilla blanca. El gran círculo está compuesto de 16 círculos concéntricos de distintos colores, estos representan un diagrama del universo. En la parte central del gran círculo, una bestia abre sus fauces dentro de las que se distinguen al menos dos seres, la disposición del monstruoso está invertida en relación con el resto de la imagen, lo que da como resultado una contraposición, visual y simbólica de la bestia con Dios, misma que se acentúa con el segmento blanco que atraviesa todos los círculos y que enlaza ambas partes. Dicho segmento blanco probablemente esté sustentado en la autoridad de los pensadores clásicos como Platón, quien en el Libro X de la República, describe las esferas celestes haciendo alusión a una “luz recta como una columna, muy similar al arco iris pero más brillante y más pura”, esta luz atravesaba el firmamento y cual cinturón sujeta la bóveda en rotación, ya que tenía a la tierra como pilar. Llama la atención que el doceavo círculo está lleno de estrellas; siguiendo con la descripción del filósofo griego, este menciona ocho esferas correspondientes a cuerpos celestes (Venus, Marte Luna, Sol, Mercurio, Júpiter, Saturno) donde la octava era la esfera de las estrellas fijas, puesto que se creía que estas estaban clavadas a una esfera en movimiento. -
Book of Hours, Use of Paris
El folio 74v pertenece a Las Horas de Yolande de Flandes, en él se pueden observar al menos cinco escenas diferentes que, por su disposición y tamaño, no gozan de la misma importancia. La adoración de los reyes —también conocida como Epifanía—, resalta por ser la de mayor tamaño, y estar al centro, abarcando más de la mitad superior. Esta escena está enmarcada por arquitectura gótica dorada, lo cual era usual en los libros de horas, de manera que parecía que la escena transcurría al interior de un templo. Esta Epifanía puede dividirse en dos: del lado izquierdo están los tres reyes magos, cada uno sosteniendo los regalos para el niño Jesús. Los tres reyes portan lujosas coronas y contenedores, usando túnicas largas; uno de ellos en posición de genuflexión en una rodilla, —también común en el arte occidental—, y los otros dos reyes parados, uno de ellos señalando la estrella que los guiaría hasta el niño Jesús. Del lado derecho, se puede observar a la virgen María con sus mantos tradicionales en azul y rojo, en posición sedente y sosteniendo en su regazo a Jesús que estira la mano hacia el rey mago más próximo, quien le ofrece su regalo. En representaciones más tempranas el niño bendice a sus visitantes, pero en este caso parece estirarse, para tocar el regalo que se le ofrece. La iconografía de esta escena comenzó a proliferar en el periodo románico y se consolidó en el periodo gótico. A los laterales de esta Epifanía, se pueden observar dos escenas que tienen la misma composición y de primera vista no se relacionan con la ya descrita: dos santos, estatus que se intuye debido al nimbo que portan, instruyendo a niños. Al bajar en la imagen, hay una cuarta escena, la cual está junto a un párrafo en latín, contenida dentro de una letra capital “D”: un hombre, que clava el letrero en la cruz, guiando nuestra vista hacia el final del folio y la última escena: La crucifixión. La crucifixión es uno de los episodios que pertenece a la pasión de cristo. La representación de este folio parece tener una función más narrativa, pues muestra varios momentos: del lado izquierdo en primer plano está María, postrada, mientras la consuelan; detrás se encuentra un hombre sosteniendo una lanza, posiblemente Longino, el soldado romano que hirió el costado de Jesús y atrás de él, las mujeres santas, que acompañaron a Jesús y se fueron incluyendo en representaciones de los últimos siglos de la Edad Media. Al centro de la imagen está Cristo, portando la corona de espinas —que comenzó a incorporarse en la iconografía a partir del siglo XII—, clavado en la cruz y sangrando en su costado derecho y extremidades. En este libro de horas, se representa a Cristo muerto, cuya representación corresponde a la creación del manuscrito en el siglo XIV, periodo de la Baja Edad Media. En el lado derecho, Estefatón le ofrece vinagre a Jesús con una esponja; los soldados se reparten sus vestiduras y Juan está arrodillado a los pies de Cristo. Esta composición es teatral y la conforman escenas muy emotivas, que resaltan la humanidad de Jesús y el dolor de la pérdida en los personajes testigos de la crucifixión. -
Book of Hours, Use of Paris
El folio 115v del Libro de horas de Nicolas Rolin tiene una pequeña ilustración de una iconografía trinitaria popularizada en la Edad Media: el Trono de Gracia. La escena se encuentra al interior de un vano tetralobulado gruesamente delineado en azul, blanco y rojo, que a su vez se enmarca dentro de un recuadro dorado. En ella, se observa a Dios Padre vestido con una túnica blanca, sus cabellos son rubios y en la cabeza lleva una corona de espinas así como el nimbo dorado que remarca su divinidad. Sentado con los brazos extendidos sostiene con ambas manos la cruz en donde está el Hijo, de su boca sale un soplo (Pneuma) con forma de paloma: es el Espíritu Santo. En cuanto al hijo, el tratamiento del cuerpo es muy realista, este se presenta ataviado con una corona de espina y el paño de pureza (perizonium), mismo que tiene algunas transparencias. A partir del siglo XI Cristo en la cruz se empieza a representar muerto: con el cuerpo rígido y la cabeza ligeramente a la derecha. Tres clavos de considerable tamaño acompañan las heridas, mismas que comparte con Dios Padre. Finalmente, el fondo de la imagen es totalmente azul y está decorado con patrones geométricos finamente detallados. Justo debajo de la anterior escena, cuatro líneas de texto gótico acompañadas de la letra capital “D” copiosamente decorada. El resto del folio está ornamentado con algunos motivos vegetales y con una bestia alada en la esquina superior derecha. -
Book of Hours, use of Paris
El folio secuencia 231 del Libro de Horas de Buz hay tres recuadros de diferentes tamaños y a diferentes alturas, donde se muestran distintas formas de representar a la Trinidad. El plano está completamente iluminado con un fondo ricamente detallado que inunda el espacio con motivos florales en dorado; únicamente lo acompañan unas pocas líneas de texto precedidas por una letra capital. La primera imagen y la de mayor tamaño es un Trono de Gracia (Thronum gratiae). Al centro de ella y ligeramente de lado se encuentra Dios padre representado como un anciano barbado y entronizado; con los brazos extendidos sostiene por los extremos la cruz donde se ha muerto el Hijo. Por su lado, Cristo aparece con los ojos cerrados, la cabeza inclinada y el cuerpo sangrante, al mismo tiempo recibe del Padre el soplo (Pneuma) en forma de rayos dorados entre los que se distingue la iconografía zoomorfa del Espíritu Santo. El Hijo viste únicamente el paño de pureza (perizonium) y la corona de espinas: el uso de esta última se popularizó a partir del siglo XII. Rodeando a los personajes hay un grupo de seres alados que probablemente sean serafines. Según la jerarquía angélica hecha por Pseudo-Dionisio de Areopagita en el texto De coelesti hierarchia, existen nueve coros angélicos, donde el más cercano a Dios es el de los serafines, mismos que se les representa con seis alas y se asocian al fuego y al color rojo. A la derecha del folio, en la segunda imagen, está Dios padre de pie sobre una colina sosteniendo con la mano derecha la cruz. Ataviado con una túnica roja y un manto azul, sostiene con la mano izquierda el globo terráqueo. Sobre la cabeza porta una corona que manifiesta su majestad y un nimbo crucífero que manifiesta su divinidad. Al igual que la imagen adyacente, el Padre lanza al Hijo un aliento en forma de rayos donde se prefigura la paloma del Espíritu Santo. La última imagen en la parte inferior del folio es una representación tripartita de la Trinidad en donde cada uno de los personajes tienen distintas edades. En el centro se observa a Dios Padre como anciano de barba blanca, a su derecha, el Hijo en edad adulta, tiene cabellos dorados y sostiene el globo terráqueo con la mano derecha. Por último, a la izquierda del Padre se encuentra el Espíritu Santo en su forma antropomorfa y con edad pueril. Los tres personajes están cubiertos de un manto rosado con verde sobre una media luna. -
Roman de Mélusine
La historia de esta imagen comienza cuando una criatura feérica, Mélusine, acepta casarse con un humano, Raymondin, con la única condición de que los días sábado, mientras ella se bañe, serán de total privacidad para su persona. Acordado esto, la pareja inicia su vida en matrimonio hasta que un día con la visita del hermano de Raymond la dinámica de la pareja se empieza a frustrar. Debido a comentarios y consejos del hermano, Raymondin comienza a dudar sobre lo que hace Mélusine en sus días de privacidad. Este, corrompido por las dudas se decide a espiar, a pesar de haber sido la única condición que le había solicitado Mélusine y a través de un pequeño orificio de la puerta del baño Raymond se asoma y mira a su esposa. Asombrado por lo que ha visto, no sabe cómo reaccionar así que decide callar, pero en un momento de descontrol Raymondin llamar a su esposa “serpiente” frente a su corte. Mélusine, atónita por lo que acababa de oír huye volando en su forma feérica por uno de los vanos del castillo y decide sólo regresar por las noches para ver a sus hijos. Mélusine es un hada que ha sido maldecida por su madre como castigo por haberse vengado de su padre. Su madre, también hada, había pasado por la misma situación que ella y Mélusine siendo joven quiso vengarse por la traición a su madre, sin embargo, no salió como ella esperaba y su madre enfureció y la dotó de la misma apariencia que ella tomaba los días sábado. En la escena, enmarcada únicamente con una línea marrón podemos ver dos momentos de la historia: por un lado, en la esquina superior izquierda, en el exterior del castillo se puede ver a Mélusine volando con el torso desnudo y la mitad inferior de su cuerpo, en tonalidades esmeralda, con alas de dragón, una cola bífida y larga y unas garras de ave de rapiña. Mélusine se encuentra aún coronada y con sus manos entrelazadas sobre el pecho desnudo mirando hacia el vano por el que acaba de escapar. Del vano se asoma Raymondin con las palmas hacia afuera y pegadas al pecho, la expresión de sorpresa en su rostro es la misma que la del individuo que se encuentra justo detrás de él. El primero viste un traje de mangas largas en color rojo y un sombrero tipo Porkpie, con una pluma al frente; por otro lado, su acompañante usa un traje de mangas largas en color cian y un sombrero parecido al de otro, pero con mucho menos detalle y en color café. La arquitectura que contiene a estos dos últimos personajes sirve para enmarcar el interior del castillo y de esta forma, abre el escenario para la siguiente escena. Del lado derecho de la escena, podemos ver a Mélusine coronada y en su forma feérica en medio de una habitación con un piso cuadriculado. En sus brazos sostiene a un bebé que ha tomado de una pequeña cama que se encuentra frente a ella y en la que yace otro infante; justo detrás de esta pequeña cama se asoma parte de una mesa en la que hay una jarra y un pequeño vaso. Finalmente, detrás de Mélusine se encuentra otra cama rodeada de un cortinaje azul y en la que también reposan dos pequeños bebés. Estos infantes, son sus hijos por los cuales regresa todas las noches para protegerlos y llevarlos por los caminos que han de recorrer a lo largo de su vida. Esto último fue utilizado por el linaje de Parthenay para legitimar su descendencia de manera directa de Mélusine y por lo tanto, el derecho a reinar sobre aquellas tierras (Escocia). -
Hours of the Virgin
La imagen del folio 42ra de las Horas de la Virgen se encuentra dentro de la letra capital “D”, misma de la que se desprenden ornamentos vegetales en los márgenes del folio. En la imagen, una representación de la Trinidad, también conocida como Trono de gracia (Thronum gratiae), muestra al Hijo muerto en la cruz con forma de “Tau”, la cual es sostenida con ambas manos por el Padre. El hijo se encuentra con los ojos cerrados, el cuerpo vencido y ataviado con un pequeño manto grisáceo. Al fondo, el Padre con mirada inexpresiva, está sentado en un trono con la cara de frente, vestido con un grueso manto bicolor tiene las manos extendidas. Finalmente, en la intersección de la cruz se manifiesta el Espíritu Santo en forma de paloma ascendente. Por otro lado, el folio 48ra tiene dentro de la letra capital “D” una imagen del Bautismo de Cristo. En ella, San Juan -del lado derecho- vierte agua con un jarrón sobre la cabeza de Cristo -al centro-, este último se encuentra dentro de las aguas del Río Jordán (Mt 3:13), mismas que se levantan y cubren toda la parte inferior del personaje. En la esquina superior izquierda, el cielo se abre dejando ver a un ángel que sostiene una túnica azul. Finalmente, una paloma desciende sobre Cristo en la parte superior; las sagradas escrituras mencionan “los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él” (Mt 3:16). -
Horas de uso de París
Los Libros de Horas sirvieron como cronogramas de oraciones; guías para los y las fieles que, conforme el ocaso medieval se acercaba, sentían cada vez una mayor necesidad por entrar en comunión directa con Dios, los santos y la Virgen, sin la intermediación de la institución eclesial. Por ello, las imágenes contenidas en estos libros son tan importantes como el texto mismo, sino es que más; sirvieron para volver más didáctico el proceso de adoración y acompañar en el rezo. En el caso de este ejemplar, resultó ser la guía de Ralph Neville y su familia, integrada por Jeanne Beaufort (su segunda esposa) y sus hijas e hijos. Dentro, la sección dedicada a las Horas de la Virgen, es decir, a los rezos dedicados a la figura de María (y, por lo tanto, pretendidamente de especial interés para las mujeres), comienza en el folio 41r, donde encontramos concentradas en una sola página múltiples imágenes referentes a su vida, la cual es seguida de varias hojas con puro texto. Aquí vemos a María con su clásico atuendo azul con toques dorados. Hacia los bordes hay miniaturas de episodios tales como La Visita de la Virgen a Santa Isabel, El Nacimiento de Jesús y La Visita de los Reyes Magos, pero al ocupar un lugar central y poseer mayores dimensiones, la imagen que sin duda jala la mirada es la que ilustra La Anunciación. Aquí María luce serena o solemne, bella y tan pálida como el canon europeo manda, rodeada de la arquitectura gótica tan característica de la Baja Edad Media francesa. A su lado se puede ver un libro, de cuya lectura se intuye que María fue interrumpida por Gabriel. Este detalle es significativo, pues, recordando lo aspiracional que la figura de la Virgen debía resultar para cualquier mujer católica, esta representación homologa a María con la mujer que se encuentre leyendo este Libro de Horas. Esta mujer habría de ser Jeanne y/o alguna(s) de sus hijas. Más aún, bien se puede decir que, ya que María se encuentra dentro de una estructura claramente francesa y correspondiente a los alrededores del siglo XIV, la imagen cuenta como representación de María tanto como de Jeanne, y esta, al verse reflejada en la figura de la madre de Cristo, sintiera reforzada su devoción. Por otra parte, en la sección superior izquierda de esta escena se encuentra Dios Padre mismo, con barba alargada y portando una mitra, observando y supervisando el momento en que su hijo empieza a volverse carne. Viste de rojo, al igual que su enviado alado. Con lo dicho sobre María cabría preguntarse si Dios, o cuanto menos José en la ilustración de la derecha, no terminaría por ser una representación de Neville, siempre observando lo que sucede dentro de su familia, pero no hay suficientes elementos para sostener esta idea. De cualquier manera, es interesante cómo las edificaciones cambian del monumentalismo gótico en la Anunciación a una simpleza campestre para el Nacimiento de Jesús. Claramente este segundo espacio es más fiel a la narración bíblica, además de que, al ser una ilustración mucho más pequeña, no podía servirse de tanto detallismo. -
Horae ad usum Parisiensem
nés de Borgoña, duquesa de Borbón (1407-1476) fue hija de Juan I de Borgoña y Margarita de Baviera. En 1525 desposó a Juan I de Borbón con quien tuvo once hijos. Según la Biblioteca Nacional de Francia, es probable que Felipe III de Borgoña (Felipe el Bueno) haya encargado el libro para su hermana la duquesa -Inés de Borgoña. Las ilustraciones que acompañan este manuscrito se distinguen por tener uniformidad en el estilo. En todas predomina un fondo azul que resalta a la vista no solo por la intensidad del color sino también por la rareza del mismo. En la Edad Media el color azul era considerado exclusivo de la realeza ya que conseguir el pigmento (lapislázuli) era muy costoso. Considerando para quien fue hecho este objeto, no es de extrañar la abundancia de dicho color destaque en todo el libro. Un ejemplo de lo anterior es la representación de la Trinidad en el folio 13r, donde el cielo de la imagen principal es de un azul intenso. Al centro de la imagen, un hombre entronizado, con actitud solemne porta una corona dorada y está cubierto con un gran manto. El hombre es Dios Padre, quien sostiene la cruz del Hijo, misma que encuentra punto de apoyo en la esfera terrestre. Ambos personajes son flanqueados por dos ángeles que sostienen una vara y una espada respectivamente. Toda la escena ocurre en el interior de un palio circular adornado con ricos brocados. El resto del folio está ricamente adornado con motivos vegetales delineados. A pesar del vibrante azul, en la imagen predomina una escala de grises, lo que contrasta con la colorida reproducción del folio 43r del Libro de oraciones de Felipe el Bueno, quien incluyó exactamente la misma imagen de la Trinidad. Por otro lado, el folio 55r posiblemente muestra a la dueña del libro, Inés de Borgoña, hincada en posición devota frente a la Sagrada Forma. En primer plano se encuentra la duquesa con las manos juntas y ataviada de elegantes ropajes, a sus espaldas, una figura femenina nimbada sostiene una palma y reposa la mano izquierda sobre el hombro de la devota. La mujer de pie es Santa Inés -Agnès, en francés-, mártir romana que según se cuenta fue juzgada por ser cristiana y obligada a vivir en un burdel donde milagrosamente nadie puso tocarla y logró salir virgen. Su iconografía suele ser una palma como símbolo de pureza y virginidad; y un cordero -agnus, en latín, mismo vocablo del que deriva Agnès-, motivo por el cual a sus pies se representa uno. Santa Inés es patrona de las doncellas y los jardineros. En segundo plano, dos seres alados cargan la custodia dorada donde se exhibe la Sagrada Hostia. La escena se desarrolla en un interior con perspectiva, misma que se aprecia por los mosaicos del piso que disminuyen su tamaño según se alejan del primer plano. -
Book of Hours, use of Sarum
La representación del dogma de la Trinidad es probablemente una de las más problemáticas dentro de la historia del arte. El dogma explica la naturaleza de Dios como ser divino dividido en tres hipóstasis (personas): Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La primera vez que aparece explícitamente en la biblia es en el bautismo de Cristo. En el folio 72v del Libro de horas de Neville de Hornby aparece una de las muchas iconografías de la Trinidad, popularizada a partir del siglo XII y conocida como Trono de Gracia (Thronum Gratiae). Al centro de la imagen Dios Padre sentado en un trono sostiene la cruz en la que ha sido crucificado el Hijo. Al padre se le representa como un hombre de edad semejante a la del hijo, ataviado con un manto rojo con brocados, cabello castaño y barba. El Hijo únicamente porta una corona y un manto transparente en la zona de los genitales. Con expresión resignada, dirige la mirada al suelo; con clavos en las extremidades resaltan las heridas sangrantes, mismas aparecen en los pies del Dios Padre. Finalmente, en la intersección de la cruz se manifiesta el Espíritu Santo en forma de paloma descendiente. En el fondo de oro, una serie de rostros alternados en colores tenues azul y rojo se dispone en cuadrícula a manera de tesela. Destaca la variedad de expresiones y la singularidad de los rostros. La imagen está enmarcada en rojo con motivos geométricos y florales. -
Très belles Heures de Notre-Dame
En el folio 27v contiene el rezo introductorio a cada hora de los brevarios romanos y monásticos, implorando la ayuda de Dios contra las distracciones en la oración: "Deus, in adiutorium meum intende… Domine, ad adiuvandum me festina" (Date prisa, oh Dios, para librarme; Date prisa para socorrerme, salmo 70). La imagen que acompaña el texto corresponde a la encarnación descrita en el evangelio de San Lucas. Como imagen principal está el encuentro entre María (embarazada) con su prima Elizabeth (madre de Juan el Bautista), quien se arrodilla ante ella. Al interior de la letra capital está la Sagrada Familia (Jesús, María y José). Finalmente en la escena inferior se puede observar a Zacarías con el ángel Gabriel anunciándole el nacimiento de Juan, seguidos de María y José acercándose a Belén. En los márgenes del folio se observan ángeles adorando, algunos tipos de aves y una enredadera enmarcando el texto. El texto de las Très Belles Heures aparece como una combinación de varios de los Libros de Horas pertenecientes a Jean de Berry y es posterior a ellos. -
Tratado de salud
En el folio 18r del Tacuinum Sanitatis vemos a un hombre cosechando sandías. Es muy llamativo el tocado del cosechador, pues este no era común en Europa, sino en Medio Oriente. ¿Qué hace un personaje árabe o arabizado en un manuscrito europeo? La respuesta es sencilla: el texto original del Tacuinum fue escrito por el físico árabe Abu l-Hasan al-Muchtar ibn ibn ´Abdun ibn Sa´dun Ibn Butlan de Bagdad, o abreviado, Ibn Butlan (aunque en las copias posteriores vemos que su nombre se escribió incorrectamente, pasando a ser “Elbochasim de Baldach”, “Elluchasen elimithar” o “Albulkasen de Baldac”), bajo el título Taqwîm as-sihhah, que, a su vez, fue significativamente influenciado por el libro De materia médica (Περί ὕλης ἰατρικής ), del griego Dioscórides (ca. 40-90 a. C.). En su versión árabe, el libro estaba orientado hacia el campo médico, siendo su intención el cuidado práctico de la salud con los conocimientos locales; vale la pena mencionar que es curioso que en las reproducciones occidentales del Taqwîm árabe se mantuvieran alimentos, costumbres y animales típicos de Medio Oriente (palmas de dátiles, ciruelas, melones, sandías, camellos, leche de oveja). El Tacuinum tenía anotaciones de las reacciones positivas, negativas o medicinales de los alimentos, así como las proporciones de consumo sugerido para mantener la salud; estas indicaciones estaban pensadas siguiendo la teoría hipocrática de los humores (Hildegarda bon Bingen de igual manera utilizó dicha teoría en la elaboración de su compendio médico). Ahora, las recomendaciones no se limitaron al campo médico, sino que habían sugerencias con respecto a buenos olores, ropaje, el consumo de bebidas alcohólicas, actividades atléticas y de la vida cotidiana. Si bien el Tacuinum era mucho más que un herbario, estos compendios comparten el mismo sentido de dar a conocer las plantas (animales y minerales en menor medida) y sus propiedades para la fabricación de ungüentos, infusiones y extractos medicinales. Dentro de estos libros, se destaca el Erbario del norte de Italia del siglo XV, ya que, además de tener ilustraciones realistas, también cuenta con unas fantásticas (con caras dibujadas en las plantas); y el Herbarium vivae eicones, el primer libro botánico impreso (en 1531), de Otto Brunfels (redactor del texto) y Hans Weiditx (ilustrador), que era en su mayoría, una traducción del De materia médica de Dioscórides.