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Bestiario
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Bestiary Bestiario
La miniatura que encontramos en la foja 68r de este manuscrito está rodeada por un marco conformado por los colores azul blanco y rojo. Entre el color azul y blanco hay una línea azul cielo que en su interior, con color blanco, se delinea un zig-zageo. El fondo de la imagen está cubierto por lámina de oro, la cual, era utilizada para simular la presencia de la luz divina y además exalta el lujo del manuscrito. Cabe señalar que en la parte superior, sobre el fondo, hay unas hendiduras acromáticas que dicen lo siguiente: “fenix: : : e[ilegible]”. Al centro de la composición, como ya lo advertían las inscripciones anteriores, encontramos un ave fénix en tonalidades rojizas y naranjas con la cabeza girada a la derecha –de la espectadora/re/or- y las alas a punto de extenderse. Es interesante apuntar que algunos elementos formales en esta imagen presentan semejanzas con las miniaturas del bestiario de Aberdeen. Por ejemplo, la forma abultada en la que se representan los muslos del fénix y la disposición lineal con forma de “U” o “V” de las plumas del pecho. Así como la ascendente apertura de las alas, sin embargo, en el caso de la miniatura del Harley MS la acción de las alas manifiesta un estadio diferente con respecto al de Aberdeen, podrían pasar como error del iluminador ya que parecen estar dibujadas al revés. El ave está inmersa en un gran cuenco o cáliz de color beige, el cual, en su perímetro exterior tiene ornamentos que oscilan entre formas triangulares y ovaladas; el interior se caracteriza por tener un color semejante al verde jade y el fantasma de un perímetro de color anaranjado a la altura de las alas del animal. Tras la cavidad se vislumbran formas curvadas azafranadas que simulan ser brasas del fuego ascendente, las cuales, en su cúspide tocan la punta de una estrella de diez picos, localizada entre las hendiduras inscritas en el fondo, las cuales, tomando en cuenta el estudio de Lourdes Diego Barrado, podríamos identificar como el sol o estrella de la mañana. Todos los elementos anteriores apuntan a que la imagen que observamos -siguiendo los trabajos de Plinio el Viejo e Isidoro de Sevilla- representa el momento en el que el ave fénix ha construido su nido, después de regresar del lugar sagrado, y se dispone a generar más fuego por medio del calor de su cuerpo o el abatimiento de sus alas. Ello en razón de generar las brasas que le arroparán y quemarán, dando lugar al comienzo de una nueva vida que devendrá de sus cenizas. Desde el cristianismo primitivo esta ave se utilizó como ejemplo para transmitir la idea de la salvación. Es decir, así como el fénix resurgió de sus cenizas, los muertos volverían a la vida al juicio final. Este animal también evocaba la resurrección de Cristo, quien era la prueba de la futura salvación. Para finalizar, en el caso de la miniatura con la que trabajamos, elementos como la estrella nos indican que se está haciendo referencia a Cristo, pues en el caso de representaciones como el mosaico del ábside de Ss. Cosma e Damiano, donde también aparece un ave fénix, según Barrado, una estrella se asocia con el salvador debido a su palabras en el Juicio Supremo “<<Yo Jesús,… Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella brillante de la mañana>>” -
Bestiary, with extracts from Giraldus Cambrensis on Irish birds Bestiarios, con extractos de Giraldus Cambrensis sobre aves irlandesas
La iluminación de la foja 65r que motiva nuestras letras está delimitada del texto por un margen en forma circular en tonos rojizos. Así mismo está contenida en un fondo azul homogéneo. Al centro encontramos un animal que según la rúbrica más próxima a la imagen se trata de un scorpio o bien un escorpión. Tras una primera aproximación a la representación es fácil darse cuenta que esta rompe con el imaginario que ahora tenemos sobre los escorpiones. En primer lugar, observamos que la bestia grisácea tiene cuatro patas en lugar de seis y le faltan sus tenazas. Además anatómicamente las patas lucen más como las de un mamífero debido a la amplitud de los muslos y la presencia de dedos, elemento poco característico en los gusanos o artrópodos. En segundo lugar, al igual que en las patas, los rasgos de la cara parecen de un mamífero e incluso con tendencias humanoides. Por último, el único elemento que se adapta a nuestra idea del escorpión es la presencia de una línea que va desde la cabeza del animal hasta un poco más allá del final del cuerpo, la cual, podemos reconocer como su cola –no arqueada y sin aguijón-. Esta simula estar encajada en una mano humana que baja deliberadamente de la parte superior izquierda del círculo, lo cual, nos hace pensar en la influencia de Isidoro de Sevilla, a pesar de que se le esté contradiciendo, cuando escribe que “es característico del escorpión el no herir la palma de la mano”. La contradicción entre palabra e imagen en la iluminación podríamos interpretarla como la pervivencia de elementos de la tradición clásica, e incluso pagana, que se adaptaron para sobrevivir en el mundo cristiano. En este caso observamos que los elementos iconográficos del supuesto escorpión sugieren un parentesco con la mantícora, un animal fantástico de la mitología griega. De acuerdo J. Romilly Allen, retomando a Plinio el Viejo que a su vez se basa en Ctesias –referente más antiguo en torno a esta bestia-, podemos saber que la mantícora tenía “the face and ears of a man, and azure eyes; is the color of blood, has the body of a lion, and tail ending in a sting like that of scorpion,… and is particulary fond of human flesh” Charles Jonathan Ledger, nos dice que en los bestiarios medievales el color de la mantícora era descrito como grisáceo. Siguiendo el trabajo de Ledger, sabemos que en la cultura popular la mantícora era interpretada como símbolo de la tiranía, la envidia y el menosprecio. Durante la edad media, según Linda Godfrey, esta bestia fungía como símbolo del mal, aunque también se le asoció como una alegoría del profeta Jeremías. En el caso del escorpión, según Rosa Blasco y Francisco Monzón, en el arte cristiano fue emblema de la traición pues la forma de sus tenazas invitan a abrazarle de tal forma que en el acto atacaba por la espalda con su cola. Para finalizar, el personaje de la mantícora sigue apareciendo en diversas expresiones de la cultura visual tales como la obra de Gian Carlo Menotti The Unicorn, the Gorgon and the Manticore o Three Sundays of a Poet. Así mismo en el episodio nueve Love in the time of dragons en la serie de Merlin y en el primer episodio de la tercera temporada de Game of Thrones. Cabe destacar que en la primera de ellas los rasgos iconográficos son semejantes a la imagen con la que trabajamos. -
A bestiary with additions from Gerald of Wales's Topographia Hibernica
La imagen está enmarcada por un perímetro simple a dos gamas de rojo