Horas de Juana Reina de Navarra
Item
Titulo original (dcterms:title)
Horas de Juana Reina de Navarra
Título Alternativo (dcterms:alternative)
Horae Johannae reginae Navarrae
Autor (dcterms:creator)
Jean Pucelle
Jean le Noir
Jean Pucelle (estudio)
Iluminador (dcterms:contributor)
Jean Mahiet
Idioma (dcterms:language)
francés
latín
Lugar de origen (dcterms:spatial)
Francia
Tipo (dcterms:type)
página web
Formato (dcterms:format)
Escritura Gótica
Descripción de la imagen (dcterms:description)
Esta obra cuenta con una extraordinaria belleza que representa la imaginería de la época. Letras capitales, enmarcación de la imagen dentro de unidades arquitectónicas. Bordes decorados en flores, letra a tintas rojizas, marrones y azules.
La decoración del volumen se atribuyó a cuatro artistas, tres de los cuales procedían del estudio de Jean Pucelle. El sucesor del maestro, Juan el Negro, dirigió la obra e ilustró los dos oficios más importantes: el de la Virgen y el de la Pasión, El cuarto artista se identificó con Jean Mahiet.
El tema de la visitación por parte del ángel a María y la anunciación se describe de manera coincidente libros del Nuevo Testamento, tanto en el canon oficial como en el apócrifo Protoevangelio de Santiago, también conocido como el Libro de Santiago o el Protoevangelium. El evangelio de Lucas expresa (Lc 1:26-38) El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”. María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Se encuentra una sutil diferencia en la interpretación del Corán: "Recuerda [¡oh, Mujámmad!] la historia de María que se menciona en el Libro; cuando se apartó de su familia para retirarse a un lugar al este y puso un velo para cubrirse de la vista de los hombres de su pueblo. Entonces le envié a Mi ángel (Gabriel), quien se le presentó con forma humana. Ella dijo: “Me refugio en el Compasivo de ti, [apártate de mí] si es que tienes temor de Dios”. Le dijo: “Soy un enviado de tu Señor para agraciarte con un hijo puro”. Ella dijo: “¿Cómo voy a tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre ni he fornicado?” Le dijo [el ángel]: “Así será, pues tu Señor ha dicho: ‘Eso es fácil para Mí y lo convertiré [a tu hijo] en un milagro y una misericordia para la humanidad. Es un asunto que fue decretado’". (Capítulo 19, v.16-21)
Este pasaje enlaza a ambas madres que han sido bendecidas por el misterio de Dios en situaciones extraordinarias consideradas milagrosas. El nacimiento de Jesús de una virgen explica la diferencia entre la mujer que desobedece a Dios, Eva, en el antiguo Testamento respecto de la mujer pura que obedece a pesar de las costumbres de la época. La fornicación fuera del matrimonio era un pecado que podría atraer lapidación. En este hecho también se consuma que la voluntad del Señor era servir a una mujer y proveerla, pese a la desgracia. No todas las iglesias ni interpretaciones aceptan el nacimiento de Jesús en su parte mortal de una Virgen, pero justamente el misterio que profesa la fe católica implica la concepción virgen antes, durante y después del parto.
La visitación es el tema que enlaza a las dos mujeres destinadas por Dios para cumplir la voluntad de éste y del espíritu santo. Aparece en el Evangelio de Lucas (1, 39-56) sin embargo, existen ciertos problemas hermenéuticos e interpretativos dentro de las traducciones. Ya sea por el adorno intencional de los copistas, o bien por desconocimiento. La traducción del texto griego meta spoudēs puede significar «con prontitud», «con prisa», pero también «muy solícitamente»2 o «con impaciencia». De allí que se suele interpretar la actitud de María como un ejemplo de servicio y entrega a los demás. Por su parte, «Ave María» se vuelve la oración mariana por antonomasia del catolicismo, y la respuesta de María a modo de cántico, conocida como el «Magníficat». En los misterios del Rosario cristiano se recopilan ambos pasajes y se encuentran presentes en todo el imaginario del catolicismo.
La decoración del volumen se atribuyó a cuatro artistas, tres de los cuales procedían del estudio de Jean Pucelle. El sucesor del maestro, Juan el Negro, dirigió la obra e ilustró los dos oficios más importantes: el de la Virgen y el de la Pasión, El cuarto artista se identificó con Jean Mahiet.
El tema de la visitación por parte del ángel a María y la anunciación se describe de manera coincidente libros del Nuevo Testamento, tanto en el canon oficial como en el apócrifo Protoevangelio de Santiago, también conocido como el Libro de Santiago o el Protoevangelium. El evangelio de Lucas expresa (Lc 1:26-38) El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin”. María le dijo entonces al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?” El ángel le contestó: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó: “Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que me has dicho”. Y el ángel se retiró de su presencia.
Se encuentra una sutil diferencia en la interpretación del Corán: "Recuerda [¡oh, Mujámmad!] la historia de María que se menciona en el Libro; cuando se apartó de su familia para retirarse a un lugar al este y puso un velo para cubrirse de la vista de los hombres de su pueblo. Entonces le envié a Mi ángel (Gabriel), quien se le presentó con forma humana. Ella dijo: “Me refugio en el Compasivo de ti, [apártate de mí] si es que tienes temor de Dios”. Le dijo: “Soy un enviado de tu Señor para agraciarte con un hijo puro”. Ella dijo: “¿Cómo voy a tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre ni he fornicado?” Le dijo [el ángel]: “Así será, pues tu Señor ha dicho: ‘Eso es fácil para Mí y lo convertiré [a tu hijo] en un milagro y una misericordia para la humanidad. Es un asunto que fue decretado’". (Capítulo 19, v.16-21)
Este pasaje enlaza a ambas madres que han sido bendecidas por el misterio de Dios en situaciones extraordinarias consideradas milagrosas. El nacimiento de Jesús de una virgen explica la diferencia entre la mujer que desobedece a Dios, Eva, en el antiguo Testamento respecto de la mujer pura que obedece a pesar de las costumbres de la época. La fornicación fuera del matrimonio era un pecado que podría atraer lapidación. En este hecho también se consuma que la voluntad del Señor era servir a una mujer y proveerla, pese a la desgracia. No todas las iglesias ni interpretaciones aceptan el nacimiento de Jesús en su parte mortal de una Virgen, pero justamente el misterio que profesa la fe católica implica la concepción virgen antes, durante y después del parto.
La visitación es el tema que enlaza a las dos mujeres destinadas por Dios para cumplir la voluntad de éste y del espíritu santo. Aparece en el Evangelio de Lucas (1, 39-56) sin embargo, existen ciertos problemas hermenéuticos e interpretativos dentro de las traducciones. Ya sea por el adorno intencional de los copistas, o bien por desconocimiento. La traducción del texto griego meta spoudēs puede significar «con prontitud», «con prisa», pero también «muy solícitamente»2 o «con impaciencia». De allí que se suele interpretar la actitud de María como un ejemplo de servicio y entrega a los demás. Por su parte, «Ave María» se vuelve la oración mariana por antonomasia del catolicismo, y la respuesta de María a modo de cántico, conocida como el «Magníficat». En los misterios del Rosario cristiano se recopilan ambos pasajes y se encuentran presentes en todo el imaginario del catolicismo.
Identificador (dcterms:identifier)
Derechos (dcterms:rights)
Dominio Público
Fecha (dcterms:date)
1330-1340
Titular de los Derechos (dcterms:rightsHolder)
Biblioteca Nacional de Francia
Bibliothèque nationale de France.
Tema (dcterms:subject)
Manuscrito




